El enviado de la Comisión de Medio Ambiente de la Unión Europea (UE), Emanuele Pitto, dijo este jueves en Asunción que no habrá marcha atrás en la Regla 1115 que prohíbe materias primas y productos asociados a la deforestación y degradación forestal. La medida que no permite las importaciones ni exportaciones de estos bienes está vigente desde el 29 de junio del año pasado.
La norma se aplica al ganado, el cacao, el café, el caucho, la palma aceitera, la soja, la madera y algunos derivados como la carne vacuna, el cuero, el papel impreso, el aceite de palma, la harina de soja, el chocolate, los muebles, los neumáticos y la ropa de caucho vulcanizado. Por lo tanto, se deben presentar pruebas de que la producción de estos artículos cumplió estos requisitos.
Pitto dijo a los periodistas en Asunción el jueves que su presencia en Paraguay, así como la del representante de Cooperación de la UE, Matteo Sirtori, era para aclarar los requisitos de la Ley Libre de Deforestación, lo que pide y lo que no, y específicamente que valor se le puede dar a la trazabilidad y transparencia de los productos sin destruir los bosques. La iniciativa ya estaba en marcha en otras instancias por parte del movimiento ecologista, y la normativa sólo vino a acelerarla.
También destacó los esfuerzos emprendidos por Paraguay como el mapeo de cobertura forestal presentado el miércoles pasado por el Instituto Nacional Forestal (Infona), los avances en trazabilidad de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), la articulación entre varios ministerios y el interés por parte de productores privados locales.
Pitto también señaló a los interesados que deben interiorizarse con los reglamentos y entender que los requisitos se adaptan a las necesidades de los consumidores determinadas mediante consulta pública. También explicó que quienes quieran exportar bienes a países de la UE deben demostrar el origen de sus productos y que están libres de terrenos deforestados, para lo cual el país necesita una herramienta o sistema de trazabilidad que pueda geolocalizar si el producto proviene o no de terrenos deforestados.
Este hecho deberá luego ser verificado por los importadores del lado europeo. En caso de incumplimiento, se producirían sanciones y confiscaciones.
Pitto también admitió que la rotación de cultivos equivalía a deforestación según los estándares de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Sugirió a los productores separar sus cultivos entre los que se ajustan a la Regla 1115 y los que no.
Si Paraguay quiere seguir exportando a los países del bloque, si le interesa, lo hará adaptándose a las exigencias, pero no de la Unión Europea, sino de los consumidores, subrayó.
Estamos aquí para escuchar, para aclarar dudas sobre el reglamento, para actualizar, dijo Pitto a EFE. También señaló que el objetivo de su viaje era ver los esfuerzos que está haciendo Paraguay para adaptarse a una mayor trazabilidad y más transparencia para que los productos no provengan de tierras deforestadas, mientras los países vecinos ya trabajaban en herramientas de trazabilidad.
El enviado subrayó además que la Regla 1115 también se aplica a las exportaciones europeas, por lo que no hay ningún tipo de discriminación. El reglamento está pasando por un período de transición y entrará en pleno vigor a finales de este año.