La Fuerza Aérea Argentina seguirá adelante con el proceso de compra a Dinamarca de 24 cazas F-16 de segunda mano fabricados en Estados Unidos con el visto bueno de la Casa Blanca, según se informó en Buenos Aires. La decisión significó dejar de lado la alternativa de los JF-17 chinos, en línea con la política del presidente Javier Milei de no integrar el grupo BRICS y no tener a Pekín como aliado clave.
Los F-16 fueron fabricados por Lockheed Martin y era necesaria la aprobación de Washington para que fueran una opción viable. El Gobierno estadounidense también financiará la operación, que supondrá pagos anuales para el país sudamericano.
Xi Jinping había ofrecido al predecesor de Milei, Alberto Fernández, 34 JF-17 a precio de saldo y mediante un atípico esquema de financiación.
El embajador estadounidense Marc Stanley invitó al entonces ministro de Economía y aspirante presidencial Sergio Massa para transmitirle el pulgar hacia abajo de la Casa Blanca a esa movida, lo que derivó en que el entonces ministro de Defensa Jorge Taiana no viajara a Beijing para seguir negociando.
En este escenario, el Consejo de Seguridad de la Casa Blanca emitió una instrucción secreta para ayudar a Argentina en la compra de estos aviones. La noticia fue comunicada a Milei cuando viajó a DC antes de su asunción.
Iban a ser 34 F-16, pero el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, consiguió 10 de ese lote para su guerra contra la Rusia de Vladimir Putin.
Si la transacción de Argentina no se cierra antes de finales de febrero, quedará sin efecto.
Según diversos informes de prensa, la aprobación de Londres también fue necesaria para que Argentina reforzara sus capacidades militares tras el conflicto del Atlántico Sur en 1982.