La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) difundió el fin de semana en Buenos Aires un informe según el cual las industrias de esas compañías se contrajeron un 26,9% en diciembre del año pasado respecto del mismo mes de 2022, en medio de un recambio presidencial y crecientes incertidumbres. La actividad cerró el año pasado con una caída acumulada del 2,6%.
Si se compara con noviembre, todavía bajo la gestión del entonces presidente Alberto Fernández y del ministro de Economía (y candidato presidencial perdedor) Sergio Massa, la actividad industrial pyme también sufrió una retracción del 31,7%.
La importante depreciación de la moneda, la escalada inflacionaria tras las elecciones y los cambios en la normativa de importación, que impidieron las compras durante algunas semanas, entre otras cuestiones, generaron un ambiente marcado por una elevada incertidumbre y una disminución del consumo, factores que dificultaron los niveles de producción del sector manufacturero en su conjunto, explicó la CAME.
Además, hubo períodos sin cotizaciones, con altos índices de desabastecimiento de insumos, lo que llevó a muchas empresas a suspender sus operaciones por algunos días o a adelantar las vacaciones de su personal, agregó la cámara tras dar a conocer su Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) a partir de una encuesta realizada a 410 industrias Pyme de todo el país. En diciembre, el 53,4% de las empresas declararon dificultades para reponer existencias, especialmente en la adquisición de materias primas e insumos.
Los sectores que salieron peor parados en diciembre fueron Metales, maquinaria, equipo y material de transporte, con una caída anual de su producción del 35,7%, a precios constantes, y Madera y muebles (-34,4%).
Alimentos y bebidas cayó un 15,2% anual y un 21,4% intermensual (noviembre) a precios constantes, aunque repuntó un 2,9% cerca de fin de año.
Diciembre estuvo marcado por subas en todos los insumos y materias primas. Las empresas consultadas señalaron que muchos clientes hicieron pedidos por adelantado en noviembre, y eso explicaría la fuerte caída mensual. Así, mientras diciembre fue el mejor mes del año para este sector, para muchas industrias terminó siendo el peor, se lee también en el informe de la CAME.
La producción del sector Indumentaria y textil cayó 10,2% anual a precios constantes en diciembre, pero creció 3,3% en 2023. En términos intermensuales, su nivel de actividad se derrumbó 20,4%, aunque con una mayor utilización de la capacidad instalada que en meses anteriores, debido a que las empresas habían intensificado la producción en octubre y noviembre en medio de la incertidumbre electoral y las proyecciones devaluatorias.
Desde una perspectiva más amplia, la caída del consumo y los cambios en las regulaciones a las importaciones provocaron que muchas PYMES adelantaran las vacaciones de sus empleados ante la escasez de insumos y la imposibilidad de fijar precios de venta.