El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, promulgó este jueves el llamado proyecto de ley sobre pesticidas, que flexibiliza las restricciones al uso de esos químicos, aunque con vetos parciales, se informó en Brasilia.
La nueva ley aborda el control, inspección y vigilancia de estos productos con el objetivo de otorgar mayores poderes de decisión al Ministerio de Agricultura, se explicó. Sin embargo, se aplicaron vetos a 14 secciones de una docena de artículos.
También apodada ley veneno por sus detractores, el texto pasó por duras negociaciones entre el Senado y el gobierno de Lula, que logró mantener el término agrotóxico en la redacción final. La Cámara Baja lo había sustituido por plaguicidas y productos fitosanitarios, ciertamente más neutros.
El uso masivo de pesticidas por parte de los productores brasileños allana el camino para quienes en Europa se oponen a un acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercado Común Sudamericano (Mercosur).
”Después de consultar a los ministerios competentes, el presidente decidió vetar algunos dispositivos (puntos de la ley) para garantizar una adecuada integración entre las necesidades productivas, la asistencia sanitaria y el equilibrio medioambiental”, indicó el Palacio de Planalto en un comunicado.
Con el veto, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) y la agencia ambiental Ibama seguirán desempeñando un papel decisivo en el escrutinio de los agroquímicos antes de su liberación para el consumo público, se explicó también.
Lula también rechazó una disposición que exime a las empresas de incluir información en los envases, lo que podría conducir a la reutilización de pesticidas y fomentar la desinformación sobre los productos. Sin embargo, algunos pesticidas, en particular aquellos con efectos cancerígenos demostrados, o capaces de producir mutaciones o que causan daños al medio ambiente, no serán prohibidos automáticamente. En cambio, la prohibición cubrirá productos que presenten un riesgo inaceptable para los humanos o el medio ambiente, algo que los opositores al texto consideraron demasiado vago.
Lo que valdrá ahora es un análisis de riesgo, sin explicar quién lo hará y cómo, dijo Suely Araujo, ex presidenta del Ibama, mientras Karen Friedrich, toxicóloga y miembro de la Asociación Brasileña de Salud Colectiva, evaluó que la ley facilita el registro de los productos más tóxicos.
Con la nueva norma, además, se podrán fabricar en el país sin autorización previa plaguicidas destinados exclusivamente a la exportación.
Los vetos del presidente pueden ser revisados por el Congreso.
El proyecto de ley estaba en la Cámara Baja desde 1999. Fue actualizado en 2022 por el llamado grupo ruralista con el apoyo del entonces presidente Jair Bolsonaro.
Según Agencia Brasil, el país sudamericano es el mayor consumidor de pesticidas del mundo. Entre 2019 y 2022 se publicaron 2.181 nuevas matriculaciones, lo que corresponde a una media de 545 por año. En 2023, el país aprobó 505 nuevos registros de plaguicidas, según el Ministerio de Agricultura. Con la nueva legislación, se espera que el número aumente.