Según un estudio de la Escuela Nacional de Salud Pública (Ensp/Fiocruz) divulgado esta semana, la Covid-19 resultó ser un reflejo de las desigualdades socioeconómicas y sanitarias del país sudamericano, mientras que en Bolivia -miembro pleno del Mercosur desde principios de este mes- dos personas murieron a causa de la enfermedad.
La Mortalidad hospitalaria en Brasil de 2020 a 2022: una visión transversal, basada en una investigación secundaria realizada por las científicas Margareth Portela, Mônica Martins, Sheyla Lemos, Carla Andrade y Claudia Pereira, subrayó la urgencia de hacer frente a la falta de inversión en la red pública de salud del país, conocida como SUS, informó la Agencia Brasil.
El estudio, publicado en la revista International Journal for Equity in Health, revela que las disparidades en las tasas de mortalidad de los pacientes hospitalizados por Covid-19 estaban relacionadas no sólo con el grupo etario y la gravedad de los casos, sino también con las desigualdades sociales y regionales y las diferencias en el acceso a una atención de alta calidad.
El estudio utilizó datos de fuentes públicas, revelando que el SUS atendió más del 70% de las hospitalizaciones por Covid-19 en Brasil, beneficiando a los grupos más vulnerables. Sin embargo, a pesar de esta cobertura, el SUS presentó la mayor tasa de mortalidad hospitalaria. Por el contrario, los hospitales privados y filantrópicos no pertenecientes al SUS obtuvieron mejores resultados.
El sur de Brasil presentó los resultados más favorables entre las macrorregiones, mientras que el norte obtuvo los menos favorables. Los resultados del estudio indican, además, mayores tasas de mortalidad hospitalaria por Covid-19 entre individuos negros de todo el país y entre las poblaciones indígenas de las regiones Norte y Centro-Oeste. Las personas negras e indígenas que residían en municipios con puntuaciones más bajas en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) y las ingresadas en hospitales fuera de su ciudad de residencia presentaban riesgos elevados de mortalidad hospitalaria. Además, las tasas de mortalidad hospitalaria alcanzaron su punto álgido durante el apogeo de la pandemia, pero disminuyeron significativamente tras una cobertura razonable de vacunación Covid-19, a partir de julio de 2021.
Según los investigadores, los resultados subrayan el papel crucial del SUS en la prestación de asistencia sanitaria, ya que la mayoría de las hospitalizaciones por Covid-19 fueron gestionadas por el sistema sanitario público brasileño. Sin embargo, los resultados también revelan deficiencias en el rendimiento de las unidades hospitalarias del SUS en comparación con el sector privado y, en algunas regiones, incluso con las unidades hospitalarias públicas no afiliadas al SUS. Estas disparidades reflejan problemas estructurales y de financiación de larga data.
El estudio también destacó el aumento de la mortalidad hospitalaria durante la ola inicial de la pandemia (de abril a agosto de 2020) y la ola posterior (de diciembre de 2020 a mayo de 2021), con una disminución en 2022, a pesar de la tercera ola en curso (de enero a febrero). En marzo de 2021 se produjo un pico de muertes, coincidiendo con el funcionamiento de los hospitales al máximo de su capacidad o por encima de ella, lo que provocó escasez de recursos críticos como respiradores, oxígeno y camas de UCI en todo el país.
Aprovechando las lecciones aprendidas, es necesario introducir mejoras para preparar mejor el sistema sanitario para futuras pandemias u otras emergencias sanitarias a gran escala. Esto incluye invertir en más infraestructuras sanitarias, aumentar el personal sanitario, proporcionar mayor formación y apoyo a estos profesionales, así como mejorar los salarios y las condiciones de trabajo, incluido el acceso a equipos de protección, sugiere la investigación.
Para los autores del artículo, a pesar de sus retos, el SUS tiene varios puntos fuertes que lo hacen esencial, único y valioso para los brasileños, informó también la Agencia Brasil.
Bolivia
En Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, se confirmó la muerte de dos personas infectadas con Covid-19 en medio de un repunte de casos. Uno de los fallecidos es un niño de 14 meses de Roboré, que murió mientras estaba hospitalizado. La otra víctima es una mujer de 68 años con una enfermedad preexistente que había recibido tres dosis de vacuna contra el coronavirus.
Las autoridades informaron de 110 infecciones la semana pasada, frente a los 28 casos de la semana anterior y los 20 de la previa. Estamos monitoreando a todas las personas con las que han tenido contacto, explicó la Gobernación cruceña al tiempo que instó a la población a presentarse en los centros de vacunación.
El director nacional de Epidemiología, Freddy Armijo, dijo que el número de casos confirmados se incrementó en 60% en el país.