Javier Milei juró este domingo como nuevo presidente de Argentina en una ceremonia celebrada en el Congreso frente a la vicepresidenta saliente, Cristina Fernández de Kirchner (CFK), que volvió a ser noticia por hacer el gesto del dedo del medio a los partidarios del nuevo mandatario al entrar en el edificio. Milei recibió la banda presidencial de manos de su predecesor, Alberto Fernández. Minutos después, Victoria Villarruel juraba como nueva vicepresidenta.
En contra de la práctica habitual, Milei optó por pronunciar su primer discurso fuera del Congreso, dirigiéndose a la multitud y no a la Asamblea Legislativa (ambas cámaras juntas). Algunos analistas vieron en ello un gesto de que Milei sólo gobernaría para quienes le votaron, mientras que los libertarios dijeron que Milei mostraba así su compromiso con el pueblo y no con la casta política que se sienta en el Parlamento.
En su mensaje, Milei reconoció que se avecinaba una estanflación y una caída del empleo y los salarios, pero insistió en que era necesario porque no quedaba dinero. Además, dijo que después de dos años se verían los resultados.
No es casualidad que esta inauguración presidencial ocurra durante la fiesta de Jánuca
— Corta (@somoscorta) December 10, 2023
Durante su discurso, Javier Milei comparó su asunción con la Fiesta de las Luces: La guerra de los macabeos es el símbolo del triunfo de los débiles por sobre los poderosos. pic.twitter.com/W4eBEkuEUo
No hay vuelta atrás. Hoy enterramos décadas de fracasos y disputas sin sentido, luchas que lo único que han conseguido es destruir nuestro querido país y dejarnos en la ruina, argumentó Milei.
El nuevo mandatario dijo que recibira la “peor herencia” de la historia argentina. Para sustentar esta afirmación, ennumeró cifras sobre inflación, deserción escolar, delincuencia y pobreza, todas falsas o exageradas.
A principios del siglo XX éramos el faro de luz de Occidente. Por desgracia, nuestros dirigentes decidieron abandonar el modelo que nos había hecho ricos y abrazaron las ideas empobrecedoras del colectivismo, señaló también.
Al igual que la caída del Muro de Berlín marcó el final de una era trágica para el mundo, estas elecciones han marcado el punto de inflexión de nuestra historia, argumentó el nuevo presidente.
Con los mercados financieros cerrados y el acuerdo con el FMI caído por los impagos del Gobierno saliente, la refinanciación de la deuda es un reto incluso para el mítico Cíclope, trató de explicar el líder libertario.
No hay lugar para la discusión entre shock y gradualismo. Todos los programas de gradualismo terminaron mal, mientras que todos los programas de shock, salvo el de 1959, fueron exitosos, señaló también.
No hay alternativa al ajuste y al shock. Naturalmente eso impactará negativamente en el nivel de actividad, el empleo, los salarios reales, la cantidad de pobres e indigentes. Habrá estanflación, admitió al tiempo que prometió que habrá luz al final del camino.
A continuación citó al ex dos veces Presidente argentino: Nada grande, nada estable y duradero se conquista en el mundo cuando se trata de la libertad de los hombres y del engrandecimiento de los pueblos si no es a costa de esfuerzos supremos y sacrificios dolorosos. Milei insistió entonces en que no tenemos alternativa y tampoco tenemos tiempo; no tenemos margen para discusiones estériles, nuestro país exige acción y acción inmediata.
No va a ser fácil, 100 años de fracaso no se deshacen en un día. Pero un día empieza y hoy es ese día, subrayó Milei al anunciar un país diferente en el que el Estado no dirija nuestras vidas, sino que vele por nuestros derechos.