El Ministerio Público de Guatemala afirmó esta semana que los padrones utilizados en las elecciones ganadas por Bernardo Arévalo de León no fueron autorizados por el Tribunal Supremo Electoral y, por tanto, los resultados de las mismas fueron nulos. Arévalo había advertido el 1 de septiembre que la Fiscal General, Consuelo Porras, estaba llevando a cabo un golpe de Estado en su contra para impedir que asumiera el cargo el 14 de enero como sucesor de Alejandro Giammattei.
La fiscal Leonor Morales también explicó en rueda de prensa el viernes que las elecciones para presidente, diputados nacionales, alcaldes y diputados al Parlamento Centroamericano deben ser anuladas por irregularidades administrativas porque las actas electorales utilizadas no fueron las aprobadas originalmente por el Tribunal Supremo Electoral, e insistió en que los formatos utilizados no fueron los aprobados por los magistrados.
El Ministerio Público también destacó posibles ilegalidades en la creación del partido Movimiento Semilla de Arévalo de León en 2018, además de poner el foco sobre la presunta implicación del candidato en un caso de blanqueo de capitales.
Tras estos hechos, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, calificó de golpe de Estado las acciones emprendidas por Morales y su colega el fiscal Rafael Curruchiche.
El diplomático uruguayo emitió un documento en el que solicita a Giammattei, al Tribunal Constitucional, a la Corte Suprema de Justicia y al Congreso que actúen contra los autores de este atentado para defender las instituciones y el orden constitucional.
En opinión de Almagro, el intento de anular las elecciones generales de este año constituye la peor forma de ruptura democrática y la consolidación de un fraude político contra la voluntad popular.
Porras ha intentado en repetidas ocasiones revertir el resultado de la sorprendente victoria de Arévalo el 25 de junio.