MercoPress. South Atlantic News Agency
La investigación del ARA San Juan está prácticamente paralizada
No hay voluntad de avanzar en la investigación, dijo Tagliapietra El abogado argentino Luis Tagliapietra, cuyo hijo Alejandro era uno de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan (S-42) que se hundió el 15 de noviembre de 2017 en el océano Atlántico, dijo este miércoles que espera que haya “un cambio de actitud porque necesitamos saber la verdad” sobre las causas del naufragio.
Tagliapietra, que desde la tragedia ha ofrecido sus servicios jurídicos a las familias de las otras 43 víctimas, admitió que “la gente que me reconoce por la calle se para a abrazarme y desearme fuerza” pero “cada día desde hace seis años es un día de tristeza y también de lucha por saber qué pasó porque a estas alturas todavía no se ha podido dilucidar eso y mucho menos hablar de justicia”.
“La investigación está prácticamente paralizada”, dijo Tagliapietra. “Nuestros hijos quedaron en el corazón de todos y eso es lo más valioso”, agregó.
“Planteamos un plan de trabajo judicial, con peritos e instituciones de Europa dispuestas a colaborar y, a la fecha, ni siquiera hay un perito designado. Se ha perdido mucho tiempo en cuestiones triviales, que también hemos denunciado”, señaló también durante una entrevista.
“Especulábamos que, con el cambio de dirección política, la investigación avanzaría, pero no fue así”, lamentó. “Todo se bloqueó aún más con este gobierno. La pandemia supuso un parate en el país, es cierto, pero tampoco pasó nada después”, señaló.
“Entiendo que no hay voluntad de avanzar en la investigación, tal vez por responsabilidad de políticos muy poderosos o por cuestiones más graves”, argumentó.
Tagliapietra admitió asimismo que le quedan pocas esperanzas, pero insistió en que “luchará hasta las últimas consecuencias”.
“Estamos abiertos al diálogo con cualquier Gobierno. Ojalá haya un cambio de actitud porque necesitamos saber la verdad, saber qué pasó”, prosiguió.
Los restos del submarino fueron localizados el 17 de noviembre de 2018 a unos 800 metros de profundidad en el Atlántico Sur por el buque “Seabed Constructor” de la empresa estadounidense Ocean Infinity.
