Un reciente informe de Moody's anuncia que un ajuste macrofiscal es inevitable en Argentina, independientemente de quién gane la segunda vuelta del 19 de noviembre entre el ministro de Economía, Sergio Massa, y el diputado libertario Javier Milei.
Según la agencia de calificación de riesgos, las causas de tal escenario residen en los actuales desequilibrios macroeconómicos y fiscales en medio de una incertidumbre política muy elevada incluso para un país acostumbrado a la volatilidad financiera y a las políticas desordenadas. Un Congreso dividido es también el preludio de mayores dificultades, se explicó.
Las urnas del 19 de noviembre decidirán hasta qué punto los argentinos estarán dispuestos a aceptar un cambio drástico de políticas y quién creen que será capaz de dirigir mejor la economía en tiempos de crisis, prosigue el estudio.
También se explicó que muchos votantes aún esperan ver cómo se desarrollan las negociaciones y los acuerdos políticos entre los partidos de la oposición.
Los argentinos tendrán que elegir entre dos opciones difíciles: apoyar, por un lado, los fuertes ajustes macrofiscales de Milei; o por el otro, la postura política poco ortodoxa de Massa que, sin embargo, exacerba las distorsiones macroeconómicas, señaló el documento.
De un lado, Massa planea medidas correctivas graduales que, en última instancia, retrasarían los fuertes ajustes necesarios para hacer frente al recalentamiento de la economía, según Moody's.
En la otra vereda, un gobierno de Milei se vería limitado por desafíos de gobernabilidad que obstaculizarían su ambiciosa agenda de reformas y medidas contundentes que serían efectivas para abordar los desequilibrios y eliminar las distorsiones macroeconómicas, pero implicarían un fuerte y profundo ajuste económico y una caída repentina de la demanda interna.
La agencia de calificación también prevé el riesgo de un evento crediticio en 2024-2025, debido a unas reservas de divisas muy limitadas y a la contracción económica.
Sin embargo, la fortaleza financiera de las empresas argentinas sigue siendo relativamente sólida, ya que los pagos de la deuda a corto plazo son manejables, pero los riesgos de refinanciación aumentarán en 2025, especialmente en el caso de la deuda externa, argumentó Moody's.
Los subsidios a los servicios públicos también se verán afectados por cualquier ganador, lo que alimentará la inflación y una pérdida de poder adquisitivo que dificultará cualquier cambio estructural.