Después de que más de 75.000 trabajadores de la sanidad iniciaran una huelga hasta el próximo sábado, Estados Unidos se enfrenta a uno de los mayores paros de la historia del sector, según se informó.
Más de 75.000 empleados sindicalizados de Kaiser Permanente iniciaron el miércoles la mayor huelga de trabajadores de la historia del país, que se prolongará hasta el próximo sábado. Kaiser Permanente es uno de los mayores proveedores sanitarios sin ánimo de lucro de Estados Unidos. Su alcance es tal que afecta a varios estados del país, entre ellos California, Colorado, Washington, Virginia, Oregón y Washington DC.
Los trabajadores sanitarios exigen mejores condiciones laborales y entornos más seguros, ya que la pandemia provocó una escasez de personal que afecta a la atención al paciente y lleva a los trabajadores al límite.
La huelga la llevan a cabo enfermeras, nutricionistas, recepcionistas, farmacéuticos y optometristas. Estos colectivos iniciaron la medida de fuerza tras finalizar sus contratos sin llegar a un acuerdo con el proveedor sanitario, que pretende seguir negociando.
Los trabajadores que pararon sus actividades en busca de un mejor acuerdo laboral forman parte de ocho sindicatos que representan el 40% de la plantilla total de Kaiser Permanente, prestador en 39 hospitales y más de 700 consultorios médicos.
Aunque la huelga terminará el sábado, el mayor sindicato de la coalición dijo que, si no se llega a un acuerdo, podrían volver a la huelga en noviembre, que sería más larga y más fuerte.
En este escenario, se ha informado que los casos de sífilis están aumentando, mientras que los medicamentos para su tratamiento escasean. Organizaciones vinculadas específicamente a las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) instaron a la Casa Blanca a trabajar con la empresa farmacéutica Pfizer para abastecer a todas las clínicas. Treinta y nueve grupos de salud pública, entre los que se encuentra la Coalición Nacional de Directores de ETS, enviaron la carta al Grupo de Trabajo sobre Escasez de Medicamentos de la Casa Blanca en la que relatan cómo los centros sanitarios están teniendo problemas para pedir el medicamento necesario para tratar la sífilis, la Bicilina, una forma inyectable de penicilina de acción prolongada. La Bicilina L-A sigue siendo el tratamiento preferido para la sífilis primaria y secundaria en adultos, lactantes y niños, y el único tratamiento aprobado para la sífilis en mujeres embarazadas, explicaron.
Como único fabricante de penicilina G benzatina en Estados Unidos, la incapacidad de Pfizer para suministrar cantidades adecuadas de Bicillin L-A ha dejado a la Administración de Alimentos y Medicamentos, a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y a muchos departamentos de salud estatales y locales luchando por racionar los productos existentes, suministrar el medicamento y desarrollar planes de contingencia, señala la carta.
Las comunidades afectadas y las principales partes interesadas deben conocer las causas exactas de la actual escasez, así como los planes de Pfizer para hacer frente rápidamente a esta situación y evitar que se repita. Hay que dar prioridad a las inversiones en los esfuerzos de prevención de la escasez, y esperamos que la empresa ya esté avanzando hacia la resolución de la escasez de Bicillins L-A antes de lo indicado. Pero necesitamos el apoyo del Grupo de Trabajo sobre Escasez de Medicamentos para garantizar la rendición de cuentas, prosigue.
La Coalición Nacional de Directores de ETS dijo a CNN que Washington aún no ha respondido a la misiva, que también resaltó +que la escasez de Bicilina en 2017 coincidió con un aumento significativo en los casos de sífilis congénita que ha empeorado dramáticamente desde entonces. De 2017 a 2021, informan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los casos de sífilis aumentaron un 74% y la sífilis congénita aumentó un 203%.
Un portavoz de la Casa Blanca dijo en un comunicado que la administración Biden sigue centrada en fortalecer la resiliencia de las cadenas de suministro críticas, incluidas las de productos médicos como los productos farmacéuticos. El Presidente Joseph Biden ha promulgado cinco órdenes ejecutivas para catalizar la acción de todo el gobierno hacia estos objetivos. Este trabajo para reforzar las cadenas de suministro farmacéuticas es una continuación de la labor que comenzó el primer día de la administración del Presidente Biden para garantizar que los estadounidenses puedan acceder a los medicamentos que necesitan cuando los necesitan.
Es el resultado de una compleja combinación de factores entre los que se incluyen un aumento significativo de la demanda, debido a un incremento de la infección por sífilis, así como una escasez de competencia. Para satisfacer este aumento de la demanda, Pfizer ha dado prioridad a la capacidad de fabricación.
Por otro lado, Pfizer destacó en un correo electrónico que aumentó la producción de Bicilina un 30% en 2023 para poder duplicar el trabajo el próximo año, pero que este crecimiento tardará en verse en el mercado. Sin embargo, en julio admitieron desde la compañía que el problema podría no solucionarse hasta 2024. En aquel momento, enviaron una carta a los grupos en la que afirmaban que la interrupción del suministro que perjudica a la Bicilina es el resultado de una compleja combinación de factores, entre los que se incluyen un aumento significativo de la demanda, debido a un incremento de la infección por sífilis, así como una escasez de la competencia. Para satisfacer este aumento de la demanda, Pfizer ha dado prioridad a la capacidad de fabricación.