Según el Instituto Escolhas, una organización brasileña que promueve el desarrollo sostenible, el mayor país de Sudamérica tendrá que invertir 47.000 millones de dólares para recuperar una gran superficie de bosques en los seis biomas del país, lo que se traduciría en generación de empleo, producción de alimentos y reducción de emisiones de carbono, entre otras ventajas.
En un estudio publicado el domingo, Escolhas también destacó que Brasil necesitaría un compromiso a largo plazo para plantar 12 millones de hectáreas de bosques según el Acuerdo de París sobre cambio climático que firmó en 2015. Esa promesa no fue debidamente cumplida, de hecho, podemos decir que prácticamente no se hizo nada, dijo Sérgio Leitão, director ejecutivo del Instituto Escolhas, quien señaló que sólo se han recuperado 79.000 hectáreas de bosques en las seis áreas del país (Amazonia, Cerrado, Mata Atlántica, Caatinga, Pantanal y Pampa).
El mayor número de bosques debería plantarse en la Mata Atlántica (5 millones de hectáreas), donde la deforestación se disparó, con un aumento de casi el 60% entre agosto de 2015 y julio de 2016, en comparación con el año anterior. Le siguen el Cerrado (3,4 millones), la Amazonia (2,1 millones), la Caatinga (833.985), la Pampa (471.761) y el Pantanal (39.581).
Si la reforestación hubiera comenzado en 2016, habría requerido una inversión de unos 10.700 millones de dólares, cuatro veces menos de lo que se necesita hoy. Pero así como el valor se mantuvo mucho más alto, los beneficios de los resultados económicos de esa inversión son mucho mayores que los que se habrían obtenido en 2016, cuando hicimos el primer estudio, explicó Leitão.
Con los 12 millones de bosques recuperados, también se eliminarán 4.300 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2). El doble de las emisiones de carbono de Brasil en los años 2020 y 2021, dijo el especialista.