MercoPress. South Atlantic News Agency
Lula apunta ahora a los polígonos de tiro
No creo que un empresario que tenga un campo de tiro sea un empresario”, dijo Lula El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, instruyó al ministro de Justicia y Seguridad, Flávio Dino, a cerrar casi todos los clubes de tiro privados del país con el argumento de que sólo la Policía debe tener esas instalaciones, se informó en Brasilia.
El mandatario subrayó que la política del gobierno de su antecesor, Jair Bolsonaro, de liberar la compra de armas fue para “complacer al crimen organizado” y a la “gente que tiene dinero”.
”Hay media docena de personas que quieren (abrir clubes de tiro), no vamos a abrirlos; honestamente, no creo que un empresario que tenga un campo de tiro sea un empresario“, dijo Lula durante el programa semanal Conversa con el Presidente.
”Hubo confusión, se pueden usar armas, se puede liberar (el registro de) CAC (cazadores, tiradores y coleccionistas); creo que tenemos que ser claros en lo siguiente: ¿para qué quieren los ciudadanos una pistola de 9 milímetros? Porque al final, este decreto de la liberación de armas que hizo el presidente anterior fue para complacer al crimen organizado, porque quien la puede comprar es el crimen organizado y la gente que tiene dinero“, argumentó.
El mandatario reveló que le dijo a Dino que es necesario ”cerrar casi todos“ los clubes de tiro y ”sólo dejar abiertos los que pertenecen a la Policía Militar, al Ejército o a la Policía Civil“.
”Una organización policial es la que tiene que tener un lugar para disparar, para entrenar, no es la sociedad brasileña, no estamos preparando una revolución“, insistió.
Lula también comentó que la población necesita vivir de forma civilizada, participar en la construcción positiva y que Brasil mejorará cuando ”entre en la era de los libros, en la era de la cultura“.
En una medida para reducir la violencia, Lula firmó la semana pasada un decreto que limita el acceso de civiles a armas y municiones y anula de hecho la flexibilización para la compra y venta que Bolsonaro había favorecido. El decreto sobre el ”control responsable de armas” reduce de cuatro a dos el número de armas y sus municiones para fines de defensa personal, y exige la demostración de la necesidad efectiva de adquirirlas, entre otras cuestiones. También reduce de 30 a 6 el número de armas para los CAC y limita el horario de funcionamiento de los clubes de tiro, que además deberán operar a una distancia mínima de un kilómetro de los centros escolares.
