El Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea) de Brasil ha revisado sus estimaciones y ahora prevé un mayor crecimiento económico y una menor inflación para este año, informó la Agencia Brasil.
El Panorama de la Conjuntura divulgado el miércoles anticipa que el Producto Interno Bruto (suma de todos los bienes y servicios finales producidos en el país - PIB) crezca 2,2% en 2023. La previsión anterior, hasta marzo, era de un crecimiento del 1,4%. La inflación, por su parte, debería ser menor. La previsión de la Dirección de Estudios y Políticas Macroeconómicas (Dimac) para el Índice Nacional de Precios al Consumidor Amplio (IPCA) pasó del 5,6% al 5,1% en 2023.
Según el informe, la revisión de la previsión del PIB para 2023 ocurrió después de que el crecimiento en los tres primeros meses del año superara las expectativas del Ipea. La previsión del instituto para el período era de un crecimiento del 1,2% sobre el período anterior, es decir, sobre los tres últimos meses de 2022, y que avanzara el 2,7% en comparación con los tres primeros meses de 2022. Sin embargo, el crecimiento fue superior, del 1,9% respecto al trimestre anterior y del 4% respecto al mismo periodo de 2022.
La inflación por debajo de las expectativas, a su vez, también se debe a la apreciación del real brasileño, que junto con la deflación de los precios de las materias primas resulta en una presión a la baja sobre los precios al por mayor, lo que lleva a un escenario de desinflación en los precios al por menor y al consumidor. Para el resto del año, por lo tanto, la perspectiva es, según el análisis divulgado, de estabilidad.
Los investigadores detallan algunos factores que contribuyen al escenario previsto. Entre ellos, el aumento de la demanda de materias primas brasileñas, motivado principalmente por la reapertura económica de China. Este año, Brasil ha registrado superávits mensuales récord en la balanza comercial del mes, arrastrado por el aumento de las exportaciones de materias primas como petróleo, mineral de hierro, maíz y soja.
En el frente interno, Ipea señala dos fuerzas distintas en direcciones opuestas. Por un lado, el mantenimiento durante un periodo prolongado de tipos de interés elevados por parte de la autoridad monetaria, que alcanzaron el valor medio anualizado del 45% en el mercado de crédito, presionando a la baja el crecimiento. Por otro lado, las medidas fiscales que permiten el sostenimiento de la renta familiar, así como el aumento de la demanda pública, tanto del consumo público como de la inversión pública, impulsan el crecimiento.
Ipea también señala que nuevas medidas continúan actuando para apoyar la renta familiar en el segundo trimestre del año, como un nuevo aumento del salario mínimo, el reajuste de los salarios de los funcionarios públicos federales, anticipaciones del bono salarial y ajustes en el valor del plan de asistencia social Bolsa Família.
(Fuente: Agencia Brasil)