El canciller uruguayo, Francisco Bustillo, dijo el lunes a sus colegas del Mercosur en Puerto Iguazú que desde el primer día advertimos que el Mercosur había sido ganado por el inmovilismo e insistió en que durante la presidencia pro témpore argentina de la alianza, que concluye el martes, no se logró ningún avance en materia de acuerdos con otros países o bloques.
Bustillo hizo estas declaraciones durante la reunión de cancilleres en la jornada inaugural de la 62ª Cumbre del Mercosur, que se celebra en la provincia argentina de Misiones y en la que se espera que el argentino Alberto Fernández ceda el testigo al brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
El bloque no ha podido consolidar en su seno políticas que permitan un incremento sustancial de los lazos comerciales entre sus miembros y, al mismo tiempo, se ha mantenido al margen de importantes negociaciones comerciales que tienen lugar en el ámbito internacional, prosiguió Bustillo.
No tenemos acuerdos con ninguna de las principales potencias económicas y comerciales del mundo, y no tenemos avances tangibles con Asia, que es la región más dinámica en términos económicos, añadió.
Respecto al tratado con la Unión Europea, Bustillo subrayó que no se ha logrado ningún avance durante los seis meses de presidencia pro témpore de Argentina. También subrayó que Uruguay y China esperan la respuesta del Mercosur sobre el acuerdo comercial e insistió en que Uruguay no aceptará el inmovilismo.
Siempre hemos sido sinceros y francos sobre la posición de nuestro país en la que hemos transmitido una visión crítica sobre el estado de desarrollo del proceso de integración regional, añadió Bustillo.
El Mercosur no ha sido capaz de consolidar en su seno políticas que permitan un incremento sustancial de los vínculos comerciales entre sus miembros y, al mismo tiempo, se ha mantenido al margen de importantes negociaciones comerciales que tienen lugar en el ámbito internacional, señaló también.
Bustillo recordó que el Mercosur tiene algunos acuerdos potenciales con Singapur, la Asociación Europea de Libre Comercio y la Unión Europea. Veamos el caso de Singapur. En julio de 2022, hace ya un año, anunciamos el fin de los trabajos técnicos. Hoy, sin embargo, la negociación sigue inconclusa y está siendo revisada por Brasil, detalló.
Mientras tanto, Uruguay avanzó y concluyó un estudio de factibilidad conjunto con la República Popular China y ambos países esperan ahora el estudio solicitado por el Mercosur sobre este posible acuerdo. Los demás miembros manifestaron su inquietud de que también les gustaría realizar un estudio en el mismo sentido. Bueno, China está esperando, Uruguay está esperando, dijo Bustillo.
Como hemos dicho reiteradamente, para Uruguay siempre es mejor estar acompañado en cualquier mesa de negociación por Argentina, Brasil y Paraguay pero lo único que no nos vamos a permitir es el inmovilismo, subrayó el ministro uruguayo.
Debemos reconocernos y bregar no por lo que quisiéramos, sino por lo que realmente podemos ser: una zona de libre comercio, señaló también al tiempo que destacó las dificultades para asegurar un normal funcionamiento de los flujos comerciales intrabloque debido a las barreras que crean un escenario de incertidumbre y falta de previsibilidad que afecta tanto a trabajadores como a empresarios y ciudadanos.
Tenemos, desde hace más de diez años, un déficit comercial con los socios del Mercosur, señaló Bustillo. Uruguay exporta al Mercosur alrededor del 25% de su producción, mientras que Uruguay recibe más del 40% de sus importaciones del bloque, agregó al tiempo que subrayó que no existe un arancel externo común, sino que cada país miembro cobra aranceles nacionales.
Recordamos que hoy existen tres aranceles nacionales, elemento que deja fuera cualquier atisbo de mercado común y/o unión aduanera. En una actividad, la nuestra, tan afectada por las siglas, quizás deberíamos hablar de Zocosur, más que Mercosur, se trata de una zona común del sur, ironizó Bustillo.
También criticó las licencias no automáticas de importación de Argentina que paralizan los productos uruguayos a través de más de 600 solicitudes pendientes de autorización.
Podríamos hablar horas del Mercosur, pero es igual de importante hablar de las relaciones bilaterales que venimos construyendo entre nosotros, prosiguió Bustillo.