El empresario haitiano-chileno Rodolphe Jaar fue condenado a cadena perpetua por un tribunal de Miami por su participación en el asesinato del presidente Jovenel Moïse el 7 de julio de 2021 en Puerto Príncipe, cuando un grupo de hombres armados -en su mayoría mercenarios colombianos- irrumpió en su domicilio.
Jaar se declaró culpable de conspiración para cometer asesinato o secuestro fuera de Estados Unidos, así como de proporcionar apoyo material con resultado de muerte. Los fiscales habían declarado que Jaar era responsable de proporcionar armas a [...] conspiradores para facilitar la realización de la operación que desembocó en el asesinato de Moïse.
Los fiscales del Departamento de Justicia de Estados Unidos, así como funcionarios de Haití, han estado tratando de depurar responsabilidades por el asesinato de Moïse. Decenas de personas han sido detenidas en relación con el asesinato en Haití, mientras que Estados Unidos ha detenido y acusado a 11 sospechosos por su presunta participación en el golpe de Estado planeado.
Mientras tanto, al ex primer ministro haitiano Laurent Lamothe se le ha prohibido la entrada en Estados Unidos por su implicación en corrupción significativa, según declaró el Secretario de Estado Antony Blinken.
Lamothe se apropió indebidamente de al menos 60 millones de dólares del fondo de inversión en infraestructuras y bienestar social PetroCaribe del gobierno haitiano para beneficio privado, argumentó Blinken.
Mediante este acto corrupto y su implicación directa en la gestión del fondo, explotó su papel de funcionario público y contribuyó a la actual inestabilidad en Haití, añadió.