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Arzobispo de Buenos Aires insta a los políticos a mostrar su vocación
Poli sucedió a Jorge Bergoglio cuando éste se convirtió en el Papa Francisco El tedeum del jueves fue el último para el presidente argentino, Alberto Fernández, pero también para el arzobispo de Buenos Aires, Mario Aurelio Poli, que se jubilará este año tras suceder al cardenal Jorge Mario Bergoglio cuando éste se convirtió en el Papa Francisco en 2013. Fernández no optará a la reelección, por lo que concluirá su mandato el 9 de diciembre.
En su homilía, Poli destacó que “ante un nuevo proceso electoral”, se presenta “una inmejorable oportunidad para que los candidatos muestren su vocación de servicio y aprovechen su palabra para hacer docencia democrática, con propuestas claras y realistas y sin descalificar a quienes compiten.”
El arzobispo de Buenos Aires recordó las palabras de Francisco: “'la política es más noble que la apariencia, que el marketing, que las distintas formas de maquillaje mediático'”, que “sólo logra sembrar división, enemistad y un escepticismo desolador incapaz de apelar a un proyecto común. Tenemos que aceptar que toda democracia sufre momentos de conflicto”, insistió Poli.
“En estas situaciones complejas, alimentar la confrontación buscando culpables en el pasado o en el presente puede parecer lo más fácil, sembrar desconfianza y alimentar más confrontación. Pero la forma más sabia y oportuna de prevenirlos y afrontarlos es buscar el consenso a través del diálogo”, añadió.
“Debemos admitir con humildad que, si hablamos de debilitamiento y descrédito de nuestra democracia, sus causas hay que buscarlas en la suma de responsabilidades compartidas por todos”. Por último, llamó a la “urgente unidad de los argentinos”.
Poli, que alcanzó la edad límite de 75 años en 2022, presentó su renuncia el 29 de noviembre de 2022, como exige el derecho canónico, a la espera del nombramiento de su sustituto, una decisión que ya ha sido tomada por el Papa y notificada a las autoridades argentinas para su aprobación según un tratado entre Argentina y la Santa Sede. El nombre del elegido aún no se ha hecho público.
