El presidente argentino, Alberto Fernández, agradeció este sábado a los asistentes a la XXVIII Cumbre Iberoamericana su apoyo unánime a una declaración conjunta en la que se insta al Reino Unido a reanudar las conversaciones sobre la cuestión Malvinas/Falklands.
Deseo agradecer a los Jefes de Estado y de Gobierno de los países iberoamericanos y a los Representantes de los Estados Miembros el Comunicado Especial sobre la Cuestión de las Islas Malvinas. Agradecemos profundamente el permanente apoyo al llamado a la reanudación de las negociaciones bilaterales con el Reino Unido de conformidad con las resoluciones de las Naciones Unidas y otros foros internacionales, dijo Fernández durante su discurso de 7 minutos.
El documento al que se refería fue respaldado por unanimidad por 19 países de América, además de España y Portugal.
Hoy, sentados alrededor de esta mesa, tomemos la decisión de unir a nuestros pueblos en pos de sus legítimos derechos. Cuando en Argentina celebramos cuarenta años de democracia ininterrumpida, no abramos las puertas a los detractores del Estado de Derecho que destilan odio por sus bocas buscando desalentar a nuestros pueblos. En este tiempo que nos ha tocado vivir, sin duda el más difícil, hagámoslo posible. Unámonos para ser artífices de nuestro futuro, y para que nunca más el mundo central nos postergue a las periferias de la decadencia, dijo también Fernández.
Asimismo, explicó que la humanidad aún se recupera de los efectos de una pandemia, en la que el mundo central está enredado en una guerra inexplicable como la invasión rusa contra Ucrania que altera la economía global, en la que los cimientos del sistema financiero internacional crujen y en la que el clima sufre cambios que inundan o secan territorios vitales para la humanidad.
El capitalismo financiero hace temblar la economía cuando otra de sus burbujas cargadas de especulación estalla inesperadamente. El mundo central, que permite pasivamente que estas burbujas se inflen, se precipita al rescate del 'sistema' antes de la explosión para que no vuelva a producirse el efecto dominó que ya vivimos hace quince años. A estas alturas de los acontecimientos, con tanta concentración, con tanto juego especulativo, ya deberíamos entender que no hay que seguir ayudando al actual sistema financiero. Hay que cambiarlo drásticamente, subrayó el presidente argentino.
Nuestra América, en los años en que gobernó Donald Trump en Estados Unidos, sufrió un tremendo proceso de desintegración regional. UNASUR se fue desdibujando a medida que sus miembros se desvinculaban cumpliendo mandatos impuestos por esa administración republicana. Incluso la OEA [Organización de Estados Americanos] estuvo al servicio de ese objetivo desintegrador al convalidar un golpe de Estado en Bolivia, prosiguió.
En opinión de Fernández, la globalización expresa también un momento de revisión en su vertiente comercial. La clara irrupción de China en el mercado mundial ha generado dos efectos contundentes. El primero es una deslocalización de las industrias hacia sus lugares de origen. La búsqueda de mano de obra barata sólo generó demandas y crisis sociales. El segundo es el fortalecimiento de los bloques regionales. Las naciones, unidas en bloques, han podido aprovechar sus recursos y generar un mejor marco para el desarrollo social.
Si queremos una Iberoamérica justa y sostenible, el primer paso que debemos dar es restablecer la unidad. Una unidad que no permita la prolongación de los bloqueos económicos que afectan a los pueblos de la región. Una unidad necesaria para preservar los intereses comunes en la que debemos respetar la diversidad ideológica en democracias fuertes donde se respeten los derechos humanos, explicó Fernández.
En un momento tan difícil como el que atravesamos, marcado por el descontento social en el que encuentran eco los discursos de odio que castigan a las democracias, estamos moralmente obligados a sumar esfuerzos. Todos somos pasajeros del mismo barco. Tenemos un destino común que nos convoca: 'Nadie se salva solo', nos diría [el Papa] Francisco.
Las tasas y sobretasas impuestas por el [Fondo Monetario Internacional] FMI a los países endeudados son abusivas, prosiguió el mandatario argentino. Asistimos a un escenario internacional caracterizado por altos e insostenibles niveles de endeudamiento que condicionan el crecimiento de nuestros países. Las tasas y sobretasas impuestas por el Fondo Monetario Internacional a los países endeudados son abusivas. Esta realidad colisiona con la arquitectura financiera internacional que antes cuestioné, dijo Fernández al tiempo que pidió aumentar la transparencia de las instituciones financieras internacionales y abogar por un mayor acceso a las facilidades crediticias, para impulsar el crecimiento y el desarrollo antes que la especulación.
Hoy Argentina es golpeada por una sequía histórica que compromete a los productores, impacta en el valor de los alimentos y restringe recursos financieros esenciales para la recuperación económica y de ingresos de nuestro pueblo, subrayó Fernández.
Somos integracionistas por identidad, insistió Fernández y recordó: En 1991 fundamos el Mercosur que sigue vigente a pesar de los problemas que enfrenta. Ha perdurado gracias a la convivencia entre gobiernos de distinto signo político. Hoy ocupamos su presidencia pro témpore, añadió Fernández.
En materia de seguridad alimentaria y transición energética, la mejora de los niveles de productividad, así como la integración de la logística y las cadenas de valor, deben incorporar la discusión sobre la inversión y la transferencia de tecnología como palancas para fortalecer el sistema alimentario y energético mundial, argumentó Fernández.
Proyectos como el desarrollo del litio, el hidrógeno verde, la agricultura familiar y los avances en ciencia, tecnología e innovación requieren un gran esfuerzo de cooperación. El destino deseado no es una vuelta al pasado. Tenemos materias primas que debemos ser capaces de industrializar para que se potencien nuestras exportaciones, señaló también el mandatario sudamericano.
Argentina está profundamente comprometida con la implementación del Acuerdo de París. Estamos avanzando en la transición hacia las energías renovables, la adopción de energías limpias para la reducción de emisiones, así como la erradicación de la deforestación ilegal y la restauración de ecosistemas, dijo también Fernández en la Cumbre, que se celebra gracias a la financiación en un 60% de España, seguida de las aportaciones de Brasil, México, Argentina y Portugal.
Previamente, Fernández desayunó con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y con el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, para abordar los vínculos entre América Latina y Europa de cara a la Cumbre UE-CELAC que se celebrará los días 17 y 18 de julio en Bruselas.
En su calidad de Presidente Pro Tempore de Mercosur, Fernández planteó las nuevas dificultades para exportar a la Unión Europea debido a que las barreras medioambientales se están convirtiendo en barreras comerciales.