Las autoridades brasileñas seguían buscando supervivientes tras las fuertes tormentas que azotaron el estado de São Paulo, dejando al menos 40 muertos y otros tantos desaparecidos, además de más de 2.500 desplazados, según se informó el lunes.
El presidente Luiz Inácio Lula Da Silva visitó el lunes las zonas afectadas y se comprometió a reconstruir las casas destruidas en lugares seguros, lejos de las zonas de riesgo. Ustedes volverán a tener un nido para cuidar de sus familias, dijo Lula a los evacuados en São Sebastião, al tiempo que envió un mensaje de unidad a su rival político De Freitas.
De vez en cuando, la naturaleza nos sorprende, pero muchas veces también la desafiamos, por eso es necesario pensar en un lugar seguro para que podamos empezar a reconstruir las casas de la gente de São Sebastião, dijo Lula.
Las fuertes lluvias caídas durante el fin de semana provocaron graves inundaciones y corrimientos de tierra, causando estragos en varios municipios de São Paulo, donde fue necesario suspender las celebraciones del fin de semana de Carnaval.
Las autoridades locales calificaron el desastre de una de las mayores tragedias de la historia de la región, que acumuló una precipitación récord de 682 milímetros en menos de 24 horas.
El gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas, exministro de Infraestructuras del presidente Jair Bolsonaro, decretó el estado de calamidad pública en seis ciudades: São Sebastião, Caraguatatuba, Guarujá, Bertioga, Ilhabela y Ubatuba.
São Sebastião fue la más afectada, con 39 de las 40 víctimas mortales registradas. La otra víctima fue una niña de 7 años, que murió después de que una enorme roca cayera sobre su casa en Ubatuba.
De Freitas advirtió que aún no se conoce con exactitud el alcance de los daños en la autopista que une las ciudades de Santos y Río de Janeiro, ya que la tormenta puede haber arrancado grandes tramos de asfalto, dada la cantidad de tierra desplazada.
Las tormentas en la región sudeste de Brasil durante esta época del año son habituales, pero en los últimos años se han vuelto más intensas y destructivas.
En este escenario, Defensa Civil Nacional ha reconocido sumariamente el estado de calamidad pública en los seis municipios paulistas más afectados por las lluvias del fin de semana, informó la Agencia Brasil. La decisión habilita medidas de socorro más expeditas, agregó.
”En este primer momento, estamos apoyando a las familias que han perdido la vida. Ya estamos en el lugar con un equipo del Grupo de Apoyo en Desastres (Gade), compuesto por especialistas, para trabajar en conjunto con la Defensa Civil municipal para que podamos ser más ágiles en las respuestas, informaciones y verificación de los hechos, dijo el ministro de Desarrollo Regional, Waldez Góes, que estuvo en São Sebastião con el presidente Lula,
Una vez atendidas las víctimas, debemos ocuparnos de la recuperación, de la reconstrucción de las ciudades. Ya sea una carretera interrumpida o un puente derrumbado, por ejemplo. Garantizaremos, y este es un compromiso del presidente Lula, los recursos necesarios para que la población y las ciudades sean asistidas, añadió.
El alcalde de São Sebastião, Felipe Augusto, dijo que se habían emitido alertas desde las 21.00 horas del sábado, cuando comenzó a llover. Lo que no se esperaba era la densidad de estas lluvias, que superaron los 600 milímetros en poco tiempo. A las 3 de la madrugada [del domingo] se activó el Centro de Coordinación de Emergencias y Contingencias. Nos reunimos en el centro operativo del ayuntamiento, con la presencia del Cuerpo de Bomberos, coordinando todas las actuaciones y recibiendo ya las primeras llamadas de desprendimientos e inundaciones”, dijo.
El Centro Nacional de Monitoreo y Alerta de Desastres Naturales (Cemaden) informó que las defensas civiles locales ya estaban al tanto de los riesgos de un evento extremo en la costa norte desde el jueves pasado.
Aunque todavía se están evaluando los dcdcfssaños, hay indicios de que tramos de las carreteras Río-Santos y Mogi-Bertioga han quedado completamente destruidos, informó también la Agencia Brasil.