El Gobierno de Chile ha declarado la alerta roja en la zona central del país por la ola de calor derivada de los 39 grandes incendios forestales que se siguen extendiendo por el país, la mayoría de ellos en la Araucanía (17), pero también en Bío Bío (7), Ñuble (7), Maule (4), Los Lagos (3) y uno en la Región Metropolitana de Santiago.
El Servicio Nacional para la Prevención y Atención de Catástrofes informó que además de los 39 incendios que se combaten actualmente, había otros cuatro en observación, mientras que 141 ya estaban controlados y 20 ya habían sido extinguidos.
Las autoridades ordenaron una serie de evacuaciones preventivas en varias poblaciones, así como la interrupción del tráfico por carretera en las zonas más afectadas, donde ardieron 181 hectáreas de matorral y pastos, amenazando las viviendas cercanas.
La principal causa de los incendios serían las altas temperaturas estivales que alcanzaron los 41 grados Celsius en la zona de Chillán. Los meteorólogos pronostican que la ola de calor se prolongará hasta el domingo.
Los últimos grandes incendios que afectaron a Chile se registraron en el verano de 2017, cuando las llamas arrasaron pueblos enteros, causando 11 muertos y más de 580 mil hectáreas afectadas.
La estatal Corporación Nacional Forestal (Conaf) informó que en la región de Ñuble el fuego ya afectó unas 550 hectáreas en el sector de Chillán Viejo y otras 200 hectáreas en otra localidad cercana a la capital regional, quemando infraestructura y algunas viviendas.
El ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, dijo a la prensa que a la ola de calor se sumaba el viento Puelche, seco y caluroso, proveniente de la cordillera oriental en la zona centro-sur. Valenzuela anunció además el cierre temporal de siete parques nacionales desde Santiago hacia el sur, en las regiones Metropolitana, Ñuble, Biobío, La Araucanía y Aysén, para evitar nuevos incendios, y ordenó también la evacuación de sectores rurales de Ñuble, donde se registraron incendios forestales simultáneos.