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Congreso brasileño aprueba decreto de intervención de Lula al DF
Lula también promulgó una enmienda que endurece las penas por comentarios racistas El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, recibió el miércoles en el Palacio de Planalto al presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira (PP), y al presidente en funciones del Senado, Veneziano Vital do Rego (MDB), para la entrega simbólica del decreto presidencial del domingo que ordena la intervención federal de las áreas de seguridad del Distrito Federal (DF), y que ha sido ratificado por el Congreso a principios de esta semana.
En la reunión, Lula agradeció a los legisladores la pronta aprobación de la medida e insistió en que los actos terroristas fueron la acción de un grupo que eventualmente deberá rendir cuentas.
“Creo que lo que ocurrió aquí, no me gustaría pensar en un golpe, incluso me gustaría pensar en algo menor, quién sabe tal vez un grupo de locos que todavía no entienden que la elección ha terminado; que todavía no quieren aceptar que la urna electrónica es posiblemente el modelo electoral más perfecto que tenemos en todos los países del mundo”, dijo Lula.
También “fue un acto de vandalismo, un acto de bandidos, porque los cables de acero estaban atornillados. Significa que alguien cortó a propósito los cables de las dos grandes torres. Esto ya había ocurrido a finales de año en Rondônia, en Eletronorte, que había sido derribada”, añadió.
“Lo que están haciendo con este decreto es decir que hay que castigar. Quien no quiera respetar la ley, tenemos que castigar a quien no quiera respetar el orden democrático que tanto costó conseguir desde la Constitución de 1988”, prosiguió.
“Cualquier gesto que vaya contra la democracia brasileña será castigado dentro de los límites de lo que la ley permite castigar. Todos, todos tendrán derecho a defenderse, todos tendrán derecho a la prueba de inocencia, pero todos serán castigados”, insistió al ratificar que su decreto era necesario para combatir los actos de vandalismo y ofensa a la Constitución.
“El acto de entrega del Proyecto de Decreto Legislativo cumple el rito democrático, legal y constitucional que con seguridad seguirá su curso con diálogo y firmeza en defensa de la democracia”, dijo Lira.
Para Vital do Rego, el decreto muestra la unidad del país en la lucha contra los actos terroristas. “Muestra la solidaridad de las 27 unidades que trajeron apoyo y dijeron estar indignadas con los actos perpetrados por aquellos que imaginaron sacudir nuestros pilares institucionales”, dijo.
“Al fascismo y al terror sólo les cabe una posición en la historia: la posición de combate, de enfrentamiento”, dijo el senador Randolfe Rodrigues, aliado de Lula. “Cada uno de los terroristas, esté donde esté, lleve o no broche parlamentario, lleve o no toga, lleve o no uniforme, esté donde esté, sea quien sea, estoy seguro de que los demócratas del país liderados por el presidente Lula reaccionarán para defender a la nación agredida y para defender la democracia”, añadió.
Mientras tanto, el presidente Lula promulgó una enmienda al código penal que equipara los insultos racistas al racismo, con penas de prisión aumentadas hasta 5 años. La ceremonia de sanción tuvo lugar simultáneamente con la toma de posesión de Sonia Guajajara como Ministra de Pueblos Indígenas y de Anielle Franco como Ministra de Igualdad Racial.
La difamación racial se castiga ahora con penas de prisión de 2 a 5 años, lo que supone un aumento respecto a la pena anterior de 1 a 3 años. La pena se duplicará si el delito es cometido por dos o más personas. También aumentará si el delito de injurias raciales se comete en acontecimientos deportivos o culturales y con fines humorísticos.
La nueva legislación está en consonancia con el criterio del Tribunal Supremo Federal (STF) que, en octubre del año pasado, equiparó el insulto racial al racismo y, por tanto, convirtió el insulto, al igual que el racismo, en un delito imprescriptible.
Las injurias raciales son ofensas contra alguien, un individuo, por razón de su raza, color, etnia u origen. Y racismo es cuando la discriminación afecta a toda una comunidad impidiendo, por ejemplo, que una persona negra acepte un trabajo o entre en un establecimiento por el color de su piel.
(Fuente: Agencia Brasil)
