Los conductores argentinos cruzan en masa la cordillera de los Andes para ir a Chile a pasar las vacaciones de verano y también para comprar neumáticos nuevos, que escasean en todo el país y se venden hasta el doble de caros.
Según medios de comunicación locales, los consumidores argentinos se han visto obligados a contraer fuertes préstamos para comprar neumáticos nuevos a fin de que sus vehículos puedan pasar la revisión técnica anual para los modelos de más de tres años de antigüedad. A pesar de los recargos sin precedentes en las compras en el extranjero, sigue siendo conveniente viajar a los países vecinos para sustituir los neumáticos, si se dispone de dinero en efectivo.
En Chile, según el modelo, los neumáticos pueden costar hasta un 50% menos que en Argentina y no es necesario ir a las grandes ciudades. A sólo 70 kilómetros del paso fronterizo Cristo Redentor, la localidad de Los Andes es suficiente si comprar neumáticos es el único propósito del viaje.
Según la legislación argentina, la compra de neumáticos en los países vecinos está técnicamente prohibida. Sin embargo, muchos argentinos prefieren aprovechar la oportunidad dada la asombrosa diferencia de precio, incluso con los costes adicionales en combustible y otros gastos que conlleva el viaje. La diferencia de precio de algunos modelos de neumáticos puede alcanzar los AR$ 100.000 cada uno. Un juego completo de cuatro unidades supondría AR$ 400.000 (unos US$ 1.100 al cambio no oficial).
Incluso si los neumáticos nuevos se declaran en la aduana a la llegada y se pagan los impuestos de importación, la diferencia sigue justificando los esfuerzos, se informó.