El papa emérito Benedicto XVI está muy enfermo y el papa Francisco ha pedido oraciones por su predecesor, se informó el miércoles en la Ciudad del Vaticano
Joseph Aloisius Ratzinger, nacido en Marktl am Inn, Alemania, el 16 de abril de 1927, se convirtió en líder de la Iglesia católica el 19 de abril de 2005, tras la muerte de Juan Pablo II. Abdicó el 28 de febrero de 2013, convirtiéndose así en el primer Papa en dimitir desde Gregorio XII en 1415.
”Quisiera pediros a todos una oración especial por el papa emérito Benedicto (...), que os acordéis de él, porque está muy enfermo, pidiendo al Señor que lo conforte y lo sostenga, dijo Francisco en el aula Pablo VI del Vaticano.
Puedo confirmar que en las últimas horas se ha producido un empeoramiento, debido a su avanzada edad. La situación está por el momento bajo control, seguida permanentemente por los médicos”, dijo el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, en un comunicado.
Desde su abdicación, Benedicto XVI se ha mantenido alejado de los focos, salvo apariciones puntuales, como las de 2014 cuando Francisco creó 19 nuevos cardenales (22 de febrero) o como invitado a la ceremonia de canonización de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II (27 de abril).
A principios de este año, Ratzinger fue señalado en un informe en Alemania por su gestión en casos de abusos sexuales a menores cuando era arzobispo de Múnich, y salió de su silencio para pedir perdón, asegurando que nunca encubrió a ningún abusador.
Su renuncia, anunciada en latín el 11 de febrero de 2013, allanó el camino para la elección del cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio como su sucesor, que eligió ser conocido como Francisco.
Ratzinger enseñó teología durante 25 años en Alemania antes de ser nombrado arzobispo de Múnich. Durante su papado, Benedicto XVI fue un firme defensor de los valores católicos tradicionales en relación con el aborto, la homosexualidad y la eutanasia. También se opuso a la llamada Teología de la Liberación.
Es un pianista consumado y siente predilección por Mozart.