El expresidente guatemalteco Otto Pérez Molina (2012-2015) ha sido condenado a 16 años de prisión junto a la entonces vicepresidenta Roxana Baldetti, en el llamado caso La Línea por una asociación ilícita y defraudación aduanera, que acabó provocando sus caídas.
El Tribunal de Mayor Riesgo B, con sede en Ciudad de Guatemala, determinó que ambos acusados conocían la estructura ilícita de defraudación aduanera que operó en puertos guatemaltecos entre 2012 y 2015.
La jueza Jeannette Valdés encontró culpable a Pérez Molina de coadyuvar en el plan general que involucraba cobros de impuestos a importadores. Pero fue absuelto en el caso de enriquecimiento ilícito ya que la Fiscalía no logró probar que hubo un incremento patrimonial anómalo.
Es mentira. Yo no lo hice. Me siento decepcionado después de siete años esperando esto y de escuchar esta sentencia, dijo Pérez Molina a la prensa tras conocer la decisión del tribunal.
Los cabecillas de la trama de corrupción se habrían quedado con el 61% del dinero ingresado a través de la red aduanera ilegal.
Teniendo la oportunidad de realizar un trabajo digno y respondiendo fielmente a la constitución política, se desviaron de su deber para recibir sobornos, subrayó Valdés. También dijo que la acusación tenía inconsistencias que resultaron en absoluciones a favor de algunos de los 29 encartados. Algunas de las acusaciones carecían de detalles y, por tanto, no permiten emitir una sentencia condenatoria, argumentó el tribunal.
La Fiscalía había pedido una pena de 30 años de cárcel y multas de hasta 9,3 millones de dólares.
El caso La Línea fue destapado en abril de 2015 por la extinta Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), lo que provocó la caída del Gobierno. Pérez Molina y Baldetti enfrentan otros cargos de corrupción por supuestas prevaricaciones durante su mandato.