Las acciones de los sindicalistas uruguayas han salvado a los trabajadores de las cervecerías del país cuando lograron que la empresa FNC desistiera de su plan de importar marcas nacionales desde Argentina, donde la producción cuesta alrededor de la mitad debido a la diferencia cambiaria.
La empresa iba a importar las marcas Pilsen y Norteña debido al aumento de los costes locales, pero revirtió su decisión ante las quejas de los trabajadores uruguayos. FNC produce la mayoría de las grandes cervezas del mercado uruguayo, como Pilsen, Norteña, Patricia, Zillertal y Stella Artois. También distribuye marcas como Corona, Budweiser y Patagonia.
La Federación de Trabajadores y Empleados de Bebidas y Fábricas Nacionales de Cerveza (FNC) llegaron a un acuerdo esta semana después de que el sindicato se negara a distribuir cervezas importadas de Argentina. La producción en Uruguay cuesta hasta dos veces y media más que en la cervecería argentina Quilmes.
La empresa había anunciado su decisión con respecto a Pilsen y Norteña porque la diferencia de costes de producción en Uruguay había ido aumentando de forma constante, lo que provocó un fuerte incremento de la presencia de cervezas importadas en el mercado uruguayo, que se vendían por un 30% menos que las fabricadas en Uruguay.
Tras el acuerdo, Norteña volverá a embotellarse en la planta de Minas, en el departamento (provincia) de Vallejas, mientras que Patricia, Zillertal y Pilsen sin alcohol no serán sustituidas por producción argentina. Sin embargo, se seguirán distribuyendo las cervezas Pilsen ya producidas en Argentina, incluyendo los envíos previstos para los próximos meses, principalmente por la necesidad de importar durante la temporada de alto consumo de verano. En 2021 se importaron 35,5 millones de litros de cerveza en Uruguay, lo que representó el 34,6% del consumo de cerveza del país.
FNC es una empresa involucrada en la industria de las bebidas y pertenece a la multinacional belga AB InBev.