El trofeo de la Copa del Mundo que estará en juego este año en Qatar aterrizó el viernes en el aeropuerto de Carrasco, donde fue recibido por el campeón del mundo brasileño de 2002, Lucio, la vicepresidenta Beatriz Argimón, y la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, junto a autoridades de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF).
Argimón, a cargo del Poder Ejecutivo hasta el 31 de octubre debido a la misión comercial del presidente Luis Lacalle Pou a Japón, destacó el vínculo entre el Mundial y la historia más rica de Uruguay.
Recién hablaba con la intendenta [de Montevideo, Carolina Cosse] sobre lo que significa para nuestra sociedad recibir esta copa: Esa mezcla de sensaciones que tiene que ver con ese pasado que tanto nos provoca y nos convoca, pero -créannos- tiene que ver con la esperanza y el entusiasmo, señaló.
Como es costumbre en círculos futbolísticos, sólo se permite tocar el trofeo a quienes han ganado la Copa del Mundo y a funcionarios de gobierno. La última vez que Uruguay ganó el título fue en 1950, en una memorable final en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.
Lucio dijo que levantar ese trofeo era algo con lo que soñaba desde que jugaba en las calles cuando era niño. Hoy tengo la inmensa satisfacción y la alegría de ser campeón del mundo, dijo el futbolista, que también deseó suerte a Uruguay en Qatar 2022.
El trofeo se exhibirá en el estadio Centenario de Montevideo a partir del sábado. Es el lugar donde se jugó la primera final de la historia de la Copa del Mundo. El anfitrión, Uruguay, venció a su vecino Argentina por 4-2 en 1930.