Médicos argentinos manifestaron su preocupación tras detectar un bajo número de niños vacunados contra el COVID-19 en todo el país, en momentos en que la pandemia no ha terminado, se informó.
Según Télam, los especialistas advirtieron que no inmunizar a los niños de 6 meses a 12 años conlleva un riesgo en esa franja de edad por la propagación de la variante Ómicron y sus mutaciones BA.4 y BA.5. También subrayaron el error de pensar que la crisis sanitaria ya ha quedado atrás.
Los profesionales sanitarios también señalaron que las vacunas de virus inactivados utilizadas como dosis de refuerzo no protegen contra las nuevas variantes. De ahí la necesidad de aplicar inyecciones adicionales de medicamentos de la plataforma MRNA o vacunas ambivalentes.
Télam citó a los destacados pediatras Gonzalo Pérez Marc, del Hospital Militar del Ejército, Eduardo López, del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez de Buenos Aires, y al presidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica, Roberto Debbag.
Al principio de la pandemia, la gente empezó a vacunarse, pero cuando se interrumpió el flujo de información a la población, la tasa de inmunización cayó en un punto muerto, explicó Pérez Marc. La comunicación es fundamental, añadió.
Hay que vacunar a los niños porque van a morir o porque van a tener secuelas, hay datos sólidos y consistentes en todo el mundo de que esto es así y hay que inmunizarlos con la plataforma de ARNm, señaló también.
La variante Ómicron, en particular los linajes BA.4 y BA.5, representaron muy poco de todos los casos de COVID-19 al principio, pero con el tiempo representaron el 40% de las infecciones por CoV-2 de Sars. Estas variantes escaparon al sistema inmunitario propuesto por las vacunas y ya no afectan a los pulmones, sino al tracto superior, como la nariz y la garganta. Como consecuencia, la enfermedad sigue presente y genera un elevado absentismo laboral y escolar, señaló López.
Debbag insistió en que no estamos en el final de la pandemia y que la gente lo cree porque lo relaciona con una cuestión social. Si ya no se habla de Covid y no tenemos amigos o conocidos hospitalizados, efectivamente creemos que se ha acabado.
Durante un acto organizado por el laboratorio Raffo, que comercializa la vacuna de Moderna en todo el país, el experto habló de la necesidad de un ecosistema de confianza respecto a la vacunación.
Hoy se vacunan 15.000 personas por día, cuando durante la pandemia hubo 290.000 inmunizaciones diarias en Argentina, subrayó Debbag. Los grupos antivacunas y las publicaciones en las redes sociales han hecho que la gente pierda la confianza en las vacunas. Para que la confianza reaparezca, el Estado, las sociedades científicas, el producto farmacéutico, los profesionales de la salud, los padres y los medios de comunicación tienen que unirse”, agregó.