El nuevo equipo económico de la Primer Ministro Liz Truss debió dar marcha atrás en uno de los puntos más polémicos de su mini-presupuesto de recuperación de la economía anunciado apenas la semana pasada.
En efecto el ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, anunció este lunes que una significativa rebaja de impuesto a la renta para los escalones más ricos de los contribuyentes había sido desechada por sus repercusiones en el mercado de bonos del Reino Unido que obligó al Banco de Inglaterra (banco central) a salir al rescate, y por la catarata de críticas de su colegas conservadores en el parlamento.
Está claro que la supresión del escalafón impositivo del 45% se ha convertido en una distracción para nuestra misión de hacer frente a las dificultades de nuestro país. Por lo tanto, anuncio que no la continuaremos, dijo Kwarteng en Twitter.
Liz Truss, que tomó posesión de su cargo a principios de septiembre, y su ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, habían anunciado el 23 de septiembre un plan de apoyo para los hogares frente a los costos de la energía, acompañado de grandes recortes fiscales. La rebaja del impuesto sobre la renta para el tramo superior, que se habría reducido del 45% al 40%, fue muy polémica y fue acusada de favorecer a los más ricos en plena situación recesiva.
También se anunciaron otros recortes fiscales, como la supresión de las subidas del impuesto de sociedades y de las cotizaciones a la seguridad social y la suspensión de los gravámenes medioambientales. El plan envolvió a los mercados financieros en la confusión. La libra se desplomó a su nivel más bajo de la historia, y los tipos de interés de la deuda pública del Reino Unido alcanzaron a su nivel más alto desde 2009, amenazando la estabilidad financiera del país.
El Banco de Inglaterra tuvo que intervenir de urgencia la semana pasada para estabilizar la situación. Igualmente significativa fue la reacción de muchos parlamentarios del gobierno quienes anunciaron que no votarían las medidas en el parlamento temerosos del desprestigio en que ha caído el partido conservador, y que según las encuestas está unos treinta puntos por debajo de su opositor el Laborismo.