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Brasil: Bolsonaro pasa a la segunda vuelta contra Lula a pesar de algunos sondeos

Lunes, 3 de octubre de 2022 - 10:55 UTC
Lula obtuvo el 48,42% de los votos frente al 43,21% de Bolsonaro. Ninguno de los dos candidatos superó la barrera del 50%. Lula obtuvo el 48,42% de los votos frente al 43,21% de Bolsonaro. Ninguno de los dos candidatos superó la barrera del 50%.

El expresidente Luiz Inácio Lula Da Silva, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), superó al actual mandatario Jair Bolsonaro, del derechista Partido Liberal (PL), en las elecciones de este domingo por un 48,42% frente al 43,21% de los votos.

 

Estos resultados, tras contabilizar el 99,94% de las mesas electorales, significan que Brasil irá a una segunda vuelta el 30 de octubre, ya que ninguno de los candidatos superó el umbral del 50%.

Todos los sondeos habían pronosticado que Lula ganaría. Algunos hablaban de una diferencia de 12 puntos porcentuales o incluso más y otros aventuraban que la cuestión podía decidirse este domingo. De ahí que la actuación de Bolsonaro sea un resultado sorprendente.

En Sao Paulo y Río de Janeiro hubo colas de hasta tres horas para votar al mediodía y por la tarde se observaron otras largas colas. ”Hubo algunas colas como siempre ocurre en el período de las 11:30 a las 13:30, pero esto está dentro de la normalidad, obviamente todos los electores que lleguen hasta las 17:00 (20 GMT) van a poder votar”, explicó durante la jornada el presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Alexandre De Moraes. “La votación se ha desarrollado de forma normal y armoniosa”, añadió.

Al hacerse públicas las primeras cifras, Bolsonaro tomó la delantera. ”Apuesto: [la encuestadora] Datafolha se va a equivocar (otra vez)“, escribió el diputado Eduardo Bolsonaro en Twitter, mientras su padre permanecía en el Palacio de la Alvorada reunido con asesores hasta última hora de la tarde, después de emitir su voto en Río de Janeiro con una camiseta de la selección nacional de fútbol, a pesar de que el TSE se lo había desaconsejado.

Simone Tebet, del Movimiento Democrático Brasileño, y Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista, apenas superaron el 4 y el 3%, respectivamente. Los otros siete aspirantes no lograron pasar del 1%.

La enconada rivalidad entre Bolsonaro y Lula llegó a provocar que los partidarios de uno de los dos candidatos se atacaran incluso a puñaladas en una violencia sin precedentes en el proceso electoral desde el retorno al régimen democrático en 1985.

Alrededor de 156,4 millones de brasileños acudieron a las urnas para elegir presidente, 27 gobernadores, 513 diputados, un tercio del Senado y legisladores locales.

Lula votó en Sao Bernardo do Campo, la región de Sao Paulo donde creció como dirigente sindical en los años 70. ”Este país necesita recuperar el derecho a ser feliz“, argumentó Lula. ”No queremos más odio“, añadió.

Bolsonaro, de 67 años, gobernó el mayor país de América Latina durante la pandemia del COVID-19 y cuenta con el fuerte apoyo de seguidores evangélicos, empresarios del agro y los grupos más conservadores.

Lula, de 76 años, dejó el poder con un alto nivel de popularidad. No logra sacudirse la mancha de la corrupción, aunque sus condenas en el escándalo ”Lava Jato“ fueron anuladas por motivos procesales. Liberado en 2019 tras 19 meses en la cárcel, cuenta con el apoyo de las bases de Brasil, las mujeres y los jóvenes.

”Durante toda esta campaña, estábamos por delante en las encuestas, de todos los institutos, y siempre pensé que íbamos a ganar estas elecciones, y quiero decirles que vamos a ganar estas elecciones. Esto es sólo una postergación para nosotros“, dijo Lula.

”Tendremos que viajar más, hacer más actos, más mítines, más debates, tendremos que hablar más con la gente y tendremos que convencer a la sociedad brasileña de lo que proponemos“, añadió.

”Nunca he ganado una elección en la primera vuelta. Todas las elecciones que he disputado han sido en segunda vuelta, todas. Lo importante es que la segunda vuelta es la oportunidad para que madures tus propuestas y tu conversación con la sociedad. Es para construir un abanico de alianzas, un abanico de apoyos antes de ganar para mostrarle al pueblo lo que va a pasar, lo que va a gobernar este país“, añadió.

Por su parte, Bolsonaro dijo que la inflación ha mermado la popularidad del gobierno. ”Entiendo que hay muchos votos que se debieron a la condición del pueblo brasileño, que sintió el aumento de los productos. En particular, la canasta básica de alimentos. Entiendo que hay una voluntad de cambio por parte de la población, pero hay ciertos cambios que pueden venir para peor“, subrayó el mandatario.

”Intentamos durante la campaña mostrar esta otra cara, pero parece que no llegamos a la parte más importante de la sociedad“, prosiguió.

”Tenemos por delante una segunda vuelta en la que todo se iguala, el tiempo [de publicidad] para cada lado se iguala. Y ahora mostraremos mejor a la población brasileña, especialmente a la clase más afectada, que es consecuencia de la política de 'quédate en casa, ya veremos la economía después', de una guerra allá afuera, de una crisis ideológica también”, argumentó Bolsonaro el domingo por la noche.

 

Categorías: Política, Brasil.