La balanza comercial de Argentina salió en rojo en julio de 2022 tras arrojar un déficit de 437 millones de dólares, según mostró este lunes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) en un informe.
Fue el segundo mes consecutivo con déficit comercial para una economía muy necesitada de divisas.
El resultado negativo fue un duro golpe si se compara con el superávit de 1.536 millones de dólares registrado en el mismo mes del año pasado, reveló también el documento del INDEC.
Las compras de combustibles y lubricantes elaborados reflejaron la mayor variación y aumento en valores absolutos de todas las subcategorías (US$ 1.368 millones; +217,7% interanual), explicado por un incremento de 111,3% en los precios y de 50,8% en las cantidades.
Las importaciones ascendieron a 8.210 millones de dólares, con un aumento del 43,7%, impulsado por un incremento del 27,8% en los precios y del 12,4% en las cantidades.
Las exportaciones avanzaron sólo un 7,2%, hasta 7.773 millones de dólares, mientras que las importaciones crecieron un 43,7%, hasta 8.210 millones de dólares. Así, se registró un saldo negativo de 437 millones de dólares, ya que las ventas cayeron un 5,6% interanual para una brecha de 1.973 millones de dólares.
En los primeros siete meses de 2022, la balanza comercial fue de US$ 2.540 millones, muy por debajo de los US$ 8.310 millones registrados en el mismo período de 2021.
Si los precios hubieran sido los mismos que en el mismo periodo de 2021, la balanza comercial habría sido de 2.410 millones de dólares. Es decir, la mejora en los precios tuvo un efecto neto de US$ 130 millones, dijo a Ámbito el economista Nadin Argañaraz.