Las autoridades monetarias argentinas lanzaron este jueves una iniciativa por la que los turistas extranjeros podrán vender hasta 5.000 dólares a través de los canales bancarios oficiales a una tasa lo más cercana posible al llamado dólar blue.
La medida busca que esas divisas corran por el circuito monetario del país, sumándose así a las evaporadas reservas del Tesoro. El mercado de divisas de Argentina refleja la fragilidad financiera por la que atraviesa la administración del presidente Alberto Fernández, para quien ya aumentan las peticiones de dimisión.
El ministro de Turismo, Matías Lammens, anunció el nuevo esquema monetario para que los viajeros extranjeros puedan acceder a un tipo de cambio diferencial a través de tarjetas de crédito o de otra forma.
En Argentina, hay varios tipos de cambio que se suman a la confusión de las gente común que cada día tiene más dificultades para llegar a fin de mes.
El dólar MEP, por ejemplo, se obtiene comprando activos que cotizan tanto en pesos como en dólares, que se pagan en pesos cuando se adquieren y se venden en dólares en la bolsa argentina. Y el contado con liquido” (CCL) consiste en comprar acciones o bonos localmente con pesos argentinos y venderlos en dólares en Wall Street.
Debido a la brecha cambiaria, los turistas extranjeros venden sus dólares (o euros) al tipo de cambio informal. Pero hay que fortalecer las reservas del Banco Central, agregó Lammens, y señaló que el turismo es uno de los principales generadores de divisas para Argentina.
El Ministerio de Economía, bajo la nueva dirección de Silvina Batakis, estaría trabajando en un plan para compensar a los exportadores, que no tienen otra opción que liquidar sus ventas a través de los bancos reconocidos por el Estado y recibir un pago significativamente menor.
Así, un productor agroalimentario, por ejemplo, recibiría alrededor de AR$ 136,32 por cada dólar entrante, que fue la tasa oficial de cierre del jueves. Pero después viene el impuesto a la renta, junto con el impuesto a la exportación, por lo que un exportador argentino obtiene probablemente menos de AR$ 100 por cada dólar de mercadería que vende. Además, los mismos productores necesitan comprar dólares a una tasa mucho más alta para importar fertilizantes y otros insumos.
Por otro lado, las transacciones por canales no oficiales arrojan AR$ 337 por dólar, según la cotización de cierre del jueves (había llegado a AR$ 338 en algún momento).
En ese escenario, las correcciones son muy necesarias en un contexto en el que, según versiones, algunos productores contrabandean parte de sus envíos al exterior (principalmente a Paraguay), desde donde se venden a los mercados internacionales.
Otros productores también estarían esperando un momento más conveniente para liquidar sus dólares provenientes, por ejemplo, de las exportaciones de soja, mientras que el Gobierno necesita urgentemente cada centavo que pueda conseguir antes de los vencimientos de septiembre por más de 4.900 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Por eso, según El Cronista, el equipo de Batakis trabaja en algo parecido a un dólar agroexportador, que estaría entre el 30% y el 40% por encima de la tasa oficial.
En este escenario de tensión, la reducción de las retenciones a las exportaciones nunca estuvo sobre la mesa, informó también El Cronista.