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Corte Suprema de EE.UU. anula fallo Roe vs. Wade tras casi medio siglo

Sábado, 25 de junio de 2022 - 10:26 UTC
Alito había anhelado durante mucho tiempo la oportunidad de argumentar contra Roe v Wade Alito había anhelado durante mucho tiempo la oportunidad de argumentar contra Roe v Wade

La emblemática sentencia del Tribunal Supremo de EE.UU. de 1973, conocida como Roe versus Wade, que abrió el camino a la despenalización del aborto, ha sido revocada este viernes al decidir sobre una ley de Misisipi que prohibía la interrupción del embarazo después de 15 semanas de gestación, acabando así con las supuestas protecciones constitucionales que habían estado vigentes durante casi medio siglo.

Jane Roe era el seudónimo de Norma McCorvey, una mujer soltera que en 1969 desafió al fiscal del distrito de Dallas, Henry Wade, cuando éste pretendía hacer cumplir la legislación estatal que convertía en delito la interrupción del embarazo.

La sentencia del viernes del Tribunal Supremo anuló el caso Roe versus Wade, otorgando a cada estado la autoridad para decidir sobre el asunto, ya sea permitiéndolo, limitándolo o prohibiéndolo por completo.

La nueva decisión se dictó en el caso Dobbs v. Jackson Women's Health Organization, un expediente centrado en una ley de Misisipi que prohibía el aborto después de las 15 semanas de embarazo. El estado de Misisipi, gobernado por los republicanos, pidió al Tribunal Supremo que anulara una sentencia de un tribunal inferior que impedía la prohibición del aborto a las 15 semanas.

“Terminamos esta opinión donde empezamos. El aborto presenta una profunda cuestión moral. La Constitución no prohíbe a los ciudadanos de cada Estado regular o prohibir el aborto. Roe y [el caso] Casey se arrogaron esa autoridad. Ahora anulamos esas decisiones y devolvemos esa autoridad al pueblo y a sus representantes elegidos”, escribió el juez Samuel Alito en una opinión muy parecida a la que se había filtrado a los medios de comunicación en mayo.

Cuando era un joven abogado en la década de 1980, Alito dijo tras incorporarse a la administración del entonces presidente Ronald Reagan, que esperaba poder argumentar algún día contra Roe. Su opinión de 79 páginas subrayaba que nada en el lenguaje o la historia de la Constitución sugería que pudiera utilizarse para anular las prohibiciones estatales del aborto. “Roe estaba en curso de colisión con la Constitución desde el día en que se decidió”, escribió. El derecho al aborto nunca “ha formado parte de la tradición de esta nación”.

Aunque los estados tienen “un interés legítimo en proteger la 'vida potencial', este interés no era lo suficientemente fuerte como para prohibir los abortos antes del momento de viabilidad del feto, que se entiende que es alrededor de las 23 semanas de embarazo”.

La mayoría conservadora del tribunal consideró que la Constitución no protege el derecho de las mujeres a elegir el aborto, dejando en cambio estas decisiones en manos de los legisladores de cada estado.

“Sostenemos que Roe y [el caso Planned Parenthood vs.] Casey de 1992 deben ser anulados”, escribió Alito. “La Constitución no hace referencia al aborto, y ningún derecho de este tipo está implícitamente protegido por ninguna disposición constitucional, incluida aquella en la que los defensores de Roe y Casey se basan ahora principalmente: la Cláusula del Debido Proceso de la 14ª Enmienda”. A esta opinión se unieron los jueces Clarence Thomas, Neil M. Gorsuch, Brett M. Kavanaugh y Amy Coney Barrett.

El presidente del Tribunal Supremo, John G. Roberts Jr., coincidió pero no se unió a la opinión de la mayoría en la revocación de Roe, diciendo que sólo habría defendido la prohibición del aborto de 15 semanas en Mississippi, lo que hizo que la decisión de mantener la ley de Misisipi fuera una opinión de 6-3. “La decisión del tribunal de anular Roe y Casey es una grave sacudida para el sistema legal”, escribió Roberts.

Los jueces liberales Stephen Breyer, Sonia Sotomayor y Elena Kagan votaron en disidencia, argumentando que, basándose en el veredicto del viernes, “desde el mismo momento de la fecundación... un Estado puede obligar [a una mujer] a llevar a término un embarazo, incluso con los costes personales y familiares más elevados”.

“Sea cual sea el alcance exacto de las próximas leyes, un resultado de la decisión de hoy es seguro: el recorte de los derechos de las mujeres y de su condición de ciudadanas libres e iguales”, subrayaron.

Se espera que la nueva sentencia desencadene debates a nivel nacional, estado por estado, sobre la cuestión del aborto. Las mujeres seguirán teniendo el derecho, siempre que el Estado en el que viven lo reconozca. Pero también hay que tener en cuenta los desplazamientos entre Estados, que sin embargo complicarán la logística para acceder al aborto, ya que al menos 26 estados van a prohibir el procedimiento. También se espera que el debate sobre el aborto desempeñe un papel clave en las elecciones legislativas de este año.

“¿Puede un estado prohibir a un residente de ese estado viajar a otro estado para obtener un aborto? En mi opinión, la respuesta es no, basándose en el derecho constitucional a viajar entre estados”, dijo el juez Kavanaugh. “¿Puede un estado imponer retroactivamente la responsabilidad o el castigo por un aborto que ocurrió antes de que la decisión de hoy entre en vigor? En mi opinión, la respuesta es no”, agregó.

En una opinión concurrente separada, el juez Thomas dijo que el tribunal debería revisar en el futuro otras decisiones que crearon derechos no detallados en la Constitución.

“Este otoño Roe está en la papeleta”, dijo el presidente católico proabortista Joseph Biden, al pedir al Congreso que restablezca el derecho de las mujeres al aborto mediante legislación federal. “La salud y la vida de las mujeres de esta nación están ahora en peligro”, añadió.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (demócrata de San Francisco), dijo que la decisión del tribunal era “una bofetada a las mujeres sobre el uso de su juicio para tomar su propia decisión sobre su libertad reproductiva”.

Por otro lado, los conservadores se comprometieron a impulsar la prohibición del aborto en todos los estados o la legislación antiabortista a nivel federal, sobre todo si ganan el Congreso en las elecciones de noviembre. El ex vicepresidente Mike Pence dijo que los conservadores sociales en la era post-Roe “no deben descansar y no deben ceder hasta que la santidad de la vida sea restaurada en el centro de la ley estadounidense en cada estado de la tierra”.

Muchos conservadores dicen que el derecho constitucional al aborto se ha construido sobre bases legales poco sólidas. Incluso la extinta jueza suprema Ruth Bader Ginsburg, defensora de los derechos de la mujer, había dicho que Roe había ido demasiado lejos y demasiado rápido.

Con la ayuda del líder republicano del Senado, Mitch McConnell, el presidente Donald Trump nombró a tres nuevos jueces que marcaron la diferencia. La muerte de Ginsburg en septiembre de 2020 despejó el camino para que McConnell y su mayoría republicana confirmaran a la jueza Coney Barrett una semana antes de que Trump fuera derrotado en las elecciones de noviembre. Su voto resultó crucial para el resultado.

McCorvey murió en 2017 tras convertirse en una cristiana evangélica que durante décadas abogó contra el aborto. Más tarde en su vida, sufrió otra conversión religiosa y se convirtió en católica romana. “Soy cien por cien provida. No creo en el aborto ni siquiera en una situación extrema. Si la mujer está embarazada por un violador, sigue siendo un niño. Uno no debe actuar como su propio Dios”, declaró a The Associated Press en 1998.

Tras el sonado caso, McCorvey vivió en silencio durante varios años antes de revelarse como Jane Roe. También confesó haber mentido cuando dijo que el embarazo era fruto de una violación. A lo largo de los años ochenta y hasta los noventa, siguió siendo una ferviente defensora del derecho al aborto y trabajó durante un tiempo en una clínica para mujeres de Dallas donde se practicaban abortos.

Cuando se dictó la sentencia Roe v. Wade, la hija de McCorney había nacido y se había dado en adopción.

Categorías: Política, Estados Unidos.