El ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Francisco Bustillo, subrayó este lunes que su país nunca puso en riesgo el avión venezolano-iraní actualmente incautado en Buenos Aires.
El 8 de junio y siguiendo instrucciones del ministro de Defensa, Javier García, las autoridades uruguayas negaron la entrada en territorio uruguayo al Boeing 747-300 de Emtrasur -filial de carga de Conviasa-, por lo que tuvo que volar de vuelta a Argentina.
A la antigua aeronave de Mahan Air se le había negado el reabastecimiento de combustible en Ezeiza debido a una sanción de EE.UU. en su contra, que podría extenderse a los que ayudan a una unidad supuestamente involucrada en actividades terroristas internacionales patrocinadas por Irán.
En ese escenario, el capitán iraní de la aeronave habría intentado repostar en Montevideo.
El gobierno venezolano de Nicolás Maduro aseguró que tras aterrizar de regreso en Argentina, la aeronave tenía 17.000 litros de combustible, muy por debajo de lo recomendado según el Procedimiento Operativo Estándar de Emtrasur, que está establecido en 20.000 litros.
”Está claro que no se puso en riesgo a la tripulación, eso fue lo primero que tuvo en cuenta el ministro de Defensa (Javier García), respondió Bustillo este lunes durante una rueda de prensa. El jefe de la diplomacia también subrayó que Uruguay actuó en el marco de la legalidad e insistió en que la opinión de Nicolás Maduro no hace mella en su país. Somos soberanos y tomamos nuestras propias decisiones”, destacó también.
Mientras la justicia argentina trata de hacer frente a los informes aparentemente concluyentes del FBI sobre la identidad del capitán del 747 y sus vínculos con el terrorismo, a pesar de los esfuerzos de los funcionarios del Gobierno, concretamente el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, y el jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Agustín Rossi, por restar importancia a esa información, otras fuentes han destacado que también el copiloto debe ser investigado.
El ministro de Inteligencia paraguayo, Esteban Aquino, quien primero confirmó que el capitán no era un tocayo, sino el verdadero oficial de la Guardia Revolucionaria iraní conocido por sus acciones en Siria y otros lugares, ha planteado ahora dudas sobre la identidad del primer oficial.
¿Quién es el copiloto? ¿Es correcto el apellido o no?, se preguntó Aquino en una entrevista radial sobre Mahdi Museli, quien al igual que el resto de los iraníes y venezolanos de la tripulación del avión de Emtrasur, están alojados en un hotel de la zona de Ezeiza, con sus pasaportes retenidos por las autoridades locales.
Aquino también insistió en que fue llamativo advertir que la desconexión del transpondedor era una práctica habitual en el 747 de Emtrasur. El transpondedor es un dispositivo mediante el cual los aviones son rastreados e identificados por los servicios de control del tráfico aéreo.
Reitero a nuestros hermanos de la región: en estos casos, debemos ser absolutamente solidarios y profesionales. No debemos decir peyorativamente: 'Ese ministro paraguayo'. Ese ministro paraguayo quiso ayudarlos, quiso alertarlos para que no pasara nada malo en su casa. Es la seguridad de los Estados, que estamos comprometidos a defender, se quejó Aquino.
Si recibo una alerta, un indicio, una mínima señal, no importa de qué país, la tomo con la profesionalidad necesaria. Se la doy a mis analistas y ya veremos: tirarla al cubo de la basura o avanzar en ella. Somos una agencia pequeña, con un presupuesto reducido... pero conocemos las fases que existen para la perpetración de un atentado basándonos en lo que ha ocurrido en todo el mundo y también en nuestra región. Tenemos que asegurarnos de que ésta no sea una de esas fases y tomar todas las precauciones en ese sentido.
En otra entrevista radiofónica, la abogada penalista y activista argentina Florencia Arietto, antes vinculada a la organización opositora Juntos por el Cambio, dijo que el copiloto del avión iraní es de nacionalidad iraquí y utiliza un nombre falso.
El problema es la AFI porque no funciona como debería, agregó.