El presidente argentino, Alberto Fernández, argumentó este sábado que la oposición ha intentado sacar un rédito político del escándalo del avión venezolano-iraní al vincularlo con hechos tan dolorosos como el atentado a la AMIA.
Fernández insistió en que sus rivales políticos trataron de hacer que se vea el caso como algo que no es e insistió en que su gobierno ha manejado el asunto adecuadamente.
El mandatario hizo esas declaraciones en una entrevista radial en la que abordó el caso de un Boeing 747-300 de bandera venezolana antiguamente propiedad de la iraní Mahan Air y que tenía una tripulación irregularmente numerosa (19 personas de nacionalidad iraní o venezolana) para un avión de carga.
El avión de Emtrasur, ahora propiedad de la venezolana Emtrasur, filial de Conviasa, se encuentra en el aeropuerto internacional de Ezeiza a la espera de las investigaciones judiciales.
Algunos incluso se atrevieron a hacer algunas acusaciones de terrorismo, continuó Fernández. Pero bueno, estas son las cosas que, lamentablemente, tenemos que vivir hoy en Argentina, agregó.
Lo que pasó es que llegó un avión venezolano y no hubo ninguna irregularidad. Había cinco personas iraníes a bordo y, por lo que sabemos, no hay restricciones de ningún tipo. Lo mismo ocurre con los venezolanos. Sí hay un problema con la carga de combustible, porque las sanciones impuestas por Estados Unidos pueden afectar a los que den combustible a ese avión. Es un tema que hay que resolver, explicó el jefe de Estado.
Sin embargo, las declaraciones de Fernández no coincidirían con los informes de Washington que afirman que Gholamreza Ghasemi, el capitán del 747, es un terrorista internacional que ha participado en varias operaciones terroristas bajo órdenes de Teherán.
La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) informó a Buenos Aires de la supuesta asociación de Gholamreza Ghasemi con grupos terroristas, la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní (IRGC-QF) y Hezbolá. Es director general y miembro del consejo de administración de Fars Air Qeshm. Ghasemi también es piloto, señala un informe enviado desde Estados Unidos al juez federal Federico Villena de Lomas de Zamora, a cargo de la causa.
El expediente del FBI agrega que Fars Air Qeshm fue señalada por el Tesoro de los Estados Unidos en 2019 debido a su participación directa en la actividad terrorista y la asistencia que proporciona a la Fuerza Quds y a la aerolínea iraní Mahan Air, que han sido indicadas como entidades terroristas.
El Boeing 747-300M, con matrícula venezolana YV-3531, salió de Caracas, hizo escala en Querétaro (México), donde levantó la carga de autopartes, y finalmente aterrizó en Ezeiza.
Los diputados opositores de Juntos por el Cambio (JxC) Ricardo López Murphy y Gerardo Milman denunciaron al ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, y al jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Agustín Rossi, por presunto encubrimiento. Los querellantes argumentaron que los funcionarios del Gobierno han intentado desde el primer momento no sólo ocultar la verdadera dimensión del escándalo, sino también inventar excusas sobre la tripulación del avión, cuya presencia ponía en riesgo la paz y la seguridad de la región y de nuestro país, ya que era un avión al servicio de organizaciones terroristas.
También invocaron el informe del FBI: ... Gholamreza Ghasemi, sin duda, pertenece a la organización terrorista Quds, que está al servicio de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, un cuerpo implicado en actividades terroristas en todo el mundo, afirmaron.
En julio de 1994, la sede de la organización benéfica judía AMIA en Buenos Aires, fue volada en un atentado que Israel siempre ha mantenido que había sido apoyado por Hezbollah con ayuda de Irán.