El presidente argentino, Alberto Fernández, pronunció este jueves un polémico discurso antes de la IX Cumbre de las Américas en Los Ángeles (California), que fue de todo menos agradable y complaciente con el país anfitrión.
Entre los temas abordados, estuvieron la exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua de la cita internacional, además del bloqueo a la isla caribeña, el insostenible endeudamiento otorgado por el FMI a su antecesor Mauricio Macri, la soberanía sobre las Islas Malvinas/Falkland y -sobre todo- el inaceptable papel de la Organización de Estados Americanos (OEA) en el golpe de Estado boliviano.
En su contundente mensaje, Fernàndez también invitó a su colega estadounidense Joseph Biden a la próxima cumbre de la Celac en Buenos Aires, en diciembre, y se pronunció a favor de un impuesto a los ingresos extraordinarios.
Creo que empezamos con fuerza, dijo luego el presidente anfitrión, a modo de distensión, en su discurso de clausura. A pesar de algunos desacuerdos relacionados con la participación, en los temas de fondo lo que escuché fue unidad y uniformidad, respondió Biden.
El embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, dijo que más allá de las palabras, la relación con Estados Unidos es excelente; una relación bilateral nunca se verá afectada si sus interlocutores hablan con claridad, insistió.
En su frente interno, el Ejecutivo ya ha enviado al Congreso el proyecto de ley de impuestos a las ganancias extraordinarias.
Definitivamente hubiéramos querido otra Cumbre de las Américas. El silencio de los ausentes nos interpela. Para que esto no vuelva a ocurrir, quiero dejar sentado para el futuro que el hecho de ser el país anfitrión de la Cumbre no otorga la capacidad de imponer un 'derecho de admisión' a los países miembros del continente, dijo Fernández a los asistentes.
El mundo central ha establecido unas reglas financieras que son evidentemente inequitativas, añadió. Desde la periferia en la que estamos situados, América Latina y el Caribe observan con dolor el sufrimiento que padecen los pueblos hermanos.
Cuba soporta un bloqueo de más de seis décadas impuesto en los años de la Guerra Fría y Venezuela tolera otro, mientras una pandemia asola a la humanidad y arrastra consigo millones de vidas, prosiguió el mandatario argentino.
Con medidas de este tipo buscan condicionar a los gobiernos, pero en realidad sólo perjudican a los pueblos, insistió.
Fernández también acusó a Biden de apoderarse del manejo del Banco Interamericano de Desarrollo, que históricamente estuvo en manos latinoamericanas. Se frustraron las acciones de acercamiento con Cuba, en las que medió el Papa Francisco, que habían significado avances logrados por el gobierno de Barack Obama, mientras usted era vicepresidente.
La OEA, si quiere ser respetada y volver a ser la plataforma política regional para la que fue creada, debe ser reestructurada destituyendo inmediatamente a quienes la dirigen, señaló también.
El Banco Regional de Desarrollo, sin más dilación, tiene que devolver su gobernanza a América Latina y el Caribe. El BID requiere de un proceso de capitalización para tener más y mejores medios de financiamiento, dijo también.
La intervención del gobierno de Donald Trump ante el Fondo Monetario Internacional fue decisiva para facilitar un endeudamiento insostenible a favor de un gobierno argentino en decadencia. Lo hizo con el único fin de impedir lo que terminó siendo el triunfo electoral de nuestra fuerza política. Todo el pueblo argentino sufre hoy por semejante indecencia, subrayó.
Ante tanta desigualdad, debemos plantear la necesidad de políticas tributarias progresivas, aunque las elites domésticas nos presenten como un peligro para la calidad democrática, agregó Fernández.
Los ingresos extraordinarios que la guerra entregó como regalo a las grandes corporaciones de alimentos, petróleo y armas deben ser gravados para mejorar la distribución del ingreso, explicó Fernández.
El jefe de Estado argentino también señaló que los países latinoamericanos son acreedores ambientales, que aportan oxígeno al planeta y no somos responsables de la emisión de los gases que causan el efecto invernadero.
Seguimos reclamando por la vía diplomática los legítimos derechos que tenemos sobre nuestras Islas Malvinas”, insistió Fernández, quien destacó asimismo el hecho de que las Islas no hayan sido incluidas en el mapa que simboliza el continente americano de la cumbre.