El exlíder sindical argentino Marcelo Balcedo ha decidido demandar a Uruguay por daños y perjuicios supuestamente valorados en 22 millones de dólares después de que se le incautaran dos aviones privados en 2018 cuando fue detenido en su finca cerca de Punta del Este a la espera de ser extraditado a su país de origen.
Balcedo alega que el Estado uruguayo le incautó injustificadamente un Learjet 60 y un avión Gulfstream IV con capacidad de largo alcance.
Miembro de la élite de poderosos sindicalistas de Argentina, Balcedo era el titular del sindicato que representa a unos 35.000 trabajadores de los departamentos de infancia y educación de la administración de la provincia de Buenos Aires (SOEME).
El ahora denunciante insiste en que los aviones habían sido adquiridos mediante contratos de leasing por valor de 6 millones de dólares. Ambas aeronaves tenían matrícula estadounidense mientras estaban en régimen de arrendamiento, y Balcedo tenía una opción de compra. En el momento de su detención, ya se habían pagado unos 3 millones de dólares por el Gulfstream IV. La aeronave se utilizaba para servicios ofrecidos en Estados Unidos y -así lo argumenta Balcedo- no tenía nada que ver con los cargos que se le imputan.
Pero como ambos contratos de arrendamiento quedaron sin efecto como consecuencia de su encarcelamiento, Balcedo se siente ahora con derecho a una indemnización. Esta demanda es ahora contra el Estado uruguayo, gobernado por el actual presidente Luis Lacalle Pou, que no tuvo ningún tipo de responsabilidad en este asunto, pero el gobierno anterior y éste son la continuidad del Estado, lamentablemente, y alguien tiene que responder por lo hecho.
La demanda fue presentada contra la fiscalía uruguaya y eso incluye a todos los fiscales que actuaron en el caso Balcedo, además de Jorge Díaz, el ex procurador general, quien aparentemente guarda rencor contra el empresario argentino.
Lamentablemente, este juicio es el resultado de la impericia y la malicia manifiesta de todos los fiscales que actuaron en la causa y, reitero, por la iniquidad del fiscal jefe Jorge Díaz, todos ellos pertenecientes al Frente Amplio uruguayo, subrayó Balcedo, que estuvo entre quienes subrayaron el hecho de que Jorge Díaz sea el actual abogado que representa al prófugo macrista Fabián Pepín Rodríguez Simón en Uruguay. También dijo que el juicio por daños y perjuicios será parte de una serie de juicios tanto contra el Estado uruguayo, como contra particulares de ambos lados del Río de la Plata.
El sindicalista cuestionó al Poder Judicial argentino por su detención e insistió en que nunca se llevó un peso del sindicato. ”El caso en Argentina sigue siendo el mismo, (el juez de La Plata Ernesto) Kreplak me mandó a detener por una acusación que decía evasión de impuestos, pero ni siquiera fui procesado. Es una vergüenza.
En Argentina, los empresarios tenemos que morder y escupir para llegar a donde estamos, pero nunca en mi vida toqué un peso de mis socios, nunca acepté una coima y nunca hice acuerdos con nadie vinculado al Estado”, insistió Balcedo.