El Procurador del Trabajo (MPT) de Brasil ha convocado al fabricante de automóviles Volkswagen para una audiencia administrativa tras las denuncias de que la empresa se benefició de trabajo esclavo en las décadas de 1970 y 1980 en Santana do Araguaia, en el Estado de Pará, según se anunció el lunes.
La audiencia tendrá lugar el 14 de junio después de que el periódico alemán Süddeutsche Zeitung y la emisora pública NDR publicaran durante el fin de semana informes que revelaban que la icónica automotriz estaba siendo investigado por presuntas violaciones a los derechos humanos.
La investigación del caso comenzó en 2019 después de que el padre Ricardo Rezende Figueira, coordinador de un grupo de investigación sobre el trabajo esclavo en la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), presentara documentación impresa al MPT. El sacerdote era el coordinador de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT) de la Confederación Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) para la región de Araguaia y Tocantins.
Los hechos habrían tenido lugar en la hacienda Vale do Rio Cristalino, conocida como hacienda Volkswagen, en Santana do Araguaia, propiedad de la Companhia Vale do Rio Cristalino Agropecuária Comércio e Indústria (CVRC), filial de Volkswagen.
El procurador del Trabajo Rafael Garcia Rodrigues dijo que las violaciones de los derechos humanos incluirían la falta de tratamiento médico en casos de malaria, el impedimento de salir de la granja por vigilancia armada o por deudas contraídas (servidumbre por deudas), el alojamiento en lugares insalubres, sin acceso a agua potable y con alimentación precaria.
García Rodrigues dijo que la hacienda era una de las mayores empresas rurales de la región amazónica, iniciada en la década de 1970, y subvencionada por el gobierno militar, principalmente a través de la Superintendencia para el Desarrollo de la Amazonia (Sudam) y el Banco da Amazônia S/A (Basa). La CVRC tenía cerca de 300 empleados directos, para funciones administrativas, de vaquería, de seguridad y de inspección, pero los servicios de desbroce y tala del bosque, realizados en los frentes de trabajo, eran ejecutados por trabajadores sin vínculo laboral.
La Finca Volkswagen tenía más de 139 mil hectáreas y la vegetación nativa fue transformada en áreas de pastoreo a través de la quema y deforestación por contratistas, conocidos en la región como gatos, que reclutaban trabajadores en pequeñas aldeas. Fueron contactados principalmente en el interior de Mato Grosso, Maranhão y Goiás, y también en el territorio que hoy forma el estado de Tocantins.
Las denuncias de tráfico de personas y trabajo esclavo se refieren a los trabajadores reclutados por los contratistas de la CVRC para la tala y el desbroce de la selva en la Finca Volkswagen.
La empresa alemana dijo en un comunicado que Volkswagen do Brasil refuerza su compromiso de contribuir a las investigaciones relacionadas con los derechos humanos de manera muy seria. La empresa no comentará el asunto hasta que tenga claridad sobre todas las acusaciones”.