Un joven aparentemente con sus facultades mentales alterada, disfrazado de anciana en silla de ruedas, arrojó un trozo de pastel al cuadro Mona Lisa de Leonardo Da Vicini en el Museo del Louvre de París
El chaval se levantó de la silla y actuó con rabia contra la que presumiblemente es la obra de arte más famosa, que data de 1517. El ataque fue definido como vandalismo. Sin embargo, como el cuadro está protegido por un cristal a prueba de balas, el producto cremoso nunca alcanzó su objetivo.
Pero las imágenes de vídeo de los turistas que visitaban la exposición se hicieron virales. El personal del museo del Louvre se apresuró a limpiar la zona, mientras decenas de turistas grababan el momento con sus teléfonos móviles, separados del cuadro por una cinta negra de protección.
En uno de los vídeos compartidos en Twitter se puede ver una silla de ruedas negra abandonada frente al óleo, antes de que un trabajador del museo la retirara. La persona que compartió el vídeo explicó que el ataque había sido perpetrado por un hombre en silla de ruedas con peluca que se levantó para lanzar el queque.
El Museo del Louvre, que precisamente tiene a la Mona Lisa en su imagen de Twitter, no ha emitido ninguna declaración sobre el suceso. La identidad del agresor no ha sido revelada.
La Mona Lisa ha sufrido otros ataques a lo largo de los años. Dos de ellos fueron en 1956, uno con ácido y otro con una piedra. En 1974, una mujer lanzó una especie de spray rojo cuando estaba expuesta en el Museo Nacional de Tokio, y en agosto de 2009, un turista le arrojó una taza de té.
La obra, propiedad de Francia desde principios del siglo XVI, está protegida por múltiples sistemas de seguridad y se encuentra a una temperatura estable para su óptima conservación. Millones de personas la visitan cada año.