El último episodio de la saga de motines en las cárceles ecuatorianas ha dejado al menos dos internos muertos y otros cinco heridos en el centro penitenciario de Santo Domingo de Los Tsáchilas, informó este lunes el Servicio Nacional de Atención Integral a Adultos Privados de Libertad y Adolescentes Infractores.
Las víctimas murieron como consecuencia de las peleas entre los mismos grupos rivales que el mes pasado protagonizaron una masacre en la cárcel de la ciudad sureña de Cuenca, donde murieron 20 internos y al menos otros 10 resultaron heridos, explicó el ministro del Interior, Patricio Carrillo.
El motín de Santo Domingo de Los Tachilas estalló entre las 2.30 y las 3.00 de la madrugada, hora local (7.30 y 8.00 GMT), cuando unos 40 reclusos intentaron fugarse, pero fueron recapturados por los agentes penitenciarios con ayuda de la Policía Nacional.
Carrillo explicó que los agentes penitenciarios retomaron con facilidad el control de los pabellones de baja y media seguridad del centro, pero encontraron una mayor resistencia cuando se trató de la sección de máxima seguridad. El ministro anunció que una vez que se controle todo el centro penitenciario, se realizará un registro exhaustivo de las instalaciones.
”Estamos controlando y disponiendo algunas acciones para que no se desate la violencia en el resto de los centros (penitenciarios)”, señaló Carrillo.
Agregó que los líderes del motín serán trasladados a la cárcel de máxima seguridad de La Roca, en la provincia costera del Guayas.
Cerca de 400 reclusos han muerto en Ecuador en los últimos dos años en enfrentamientos entre organizaciones rivales del narcotráfico que se disputan el control interno de las cárceles, con ramificaciones dentro y fuera de los centros penitenciarios.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió recientemente un informe sobre la crisis carcelaria de Ecuador en el que instó al gobierno a recuperar el control interno de las cárceles, a ofrecer condiciones dignas a los internos y a desarrollar políticas de prevención del delito que no prioricen el encarcelamiento.
Hasta finales de 2021, había más de 36.000 internos en 36 centros, entre cárceles y centros de rehabilitación social, cuya capacidad es de 30.000, aunque el hacinamiento llegó al 62% en prisiones como la de Guayaquil, la más poblada del país con 7.231 internos y escenario de los episodios más sangrientos vividos el año pasado.
Para solucionar la crisis carcelaria, el gobierno del presidente Guillermo Lasso está en proceso de contratar 1.400 nuevos funcionarios penitenciarios, otorgar alrededor de 5.000 indultos a presos condenados por delitos menores y desarrollar la primera política de derechos humanos del país para la población carcelaria.