Alrededor de una docena de vehículos fueron quemados y se cerraron negocios y escuelas, mientras el miedo se apoderaba de los colombianos de a pie en varias partes del país al encontrarse con panfletos amenazantes que advertían de un paro armado del Clan del Golfo en represalia por la extradición de Otoniel.
Dairo Antonio Úsuga -más conocido como Otoniel- fue trasladado en la tarde del miércoles al aeropuerto ElDorado de Bogotá, bajo fuertes medidas de seguridad, donde lo esperaba un avión de la DEA (Drug Enforcement Administration) para llevarlo a Estados Unidos.
Su entrega a una corte de Nueva York se sintió en la madrugada del jueves en la subregión denominada Bajo Cauca Antioqueño (noroeste), en poblaciones de los departamentos de Sucre y Córdoba, así como en municipios del sur del departamento de Bolívar (norte).
Se trata de al menos dos documentos atribuidos a las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), nombre político del Clan del Golfo, que las autoridades califican como una organización criminal de origen paramilitar.
Los efectos de esta extradición dejaron al menos cuatro vehículos quemados en la mañana del jueves, dos en Zaragoza y dos en Cáceres, mientras que los negocios cerraron por miedo en las localidades de Tarazá y Cáceres, en el departamento de Antioquia. Otros seis vehículos fueron quemados en el departamento de Sucre, incluyendo autobuses, camiones de carga y maquinaria de construcción.
Al menos seis emisoras comunitarias del Bajo Cauca, subregión del noroeste que incluye seis municipios, fueron cerradas para evitar la difusión de mensajes amenazantes del Clan.
Las autoridades de la ciudad de Sincelejo -capital de Sucre- prohibieron que las motocicletas sean conducidas por dos o más personas durante la noche y la madrugada, explicó el alcalde Andrés Gómez.
Viviendas de los municipios de San Onofre, Sincelejo, Morroa y San Benito de Abad, todos en Sucre, amanecieron el viernes con pintadas de la AGC.
En el departamento de Córdoba, el miedo se apoderó de poblaciones como Tierra Alta, Ayapel y Montelibano, donde también aparecieron grafitis en varias casas; mientras que en el municipio de Cereté fue asesinada una persona, al parecer por desobedecer la orden del Clan de cerrar la frutería, según informó la prensa local.
En Bolívar, otros dos vehículos de carga fueron quemados en el municipio de Barranco de Loba, mientras que en las localidades de San Pablo y Montecristo hubo grafitis de la AGC y circularon panfletos amenazantes.
Anderson Quiceno, de la Asociación de Transportistas de Carga (ATC), dijo que en las últimas 12 horas han tenido pérdidas de alrededor de 400 millones de dólares por la quema de vehículos y el temor a circular por las carreteras del norte y noroeste del país como consecuencia del paro armado.
(Fuente: ANSA)