El Departamento de Estado de EE. UU. anunció este lunes que su recién creada Oficina de Ciberespacio y Política Digital (CDP) estaba operativa. La nueva agencia ha sido diseñada para mejorar la capacidad del país para trabajar junto con otras naciones en asuntos de seguridad cibernética.
El CDP es un hito en la agenda de modernización del secretario Antony Blinken. Abordará los desafíos de seguridad nacional, las oportunidades económicas y las implicaciones para los valores estadounidenses asociados con el ciberespacio, las tecnologías digitales y la política digital, según fuentes de Washington.
Jennifer Bachus, miembro de carrera del Servicio Exterior, ha sido nombrada subsecretaria adjunta principal de la Oficina, a la espera de la selección de un embajador confirmado por el Senado para encabezar la agencia, que contará con alrededor de 100 trabajadores. Bachus se desempeñó anteriormente en la República Checa, Kosovo, Francia, Vietnam y Jamaica.
El CDP incluirá tres unidades de políticas: seguridad del ciberespacio, política internacional de información y comunicaciones y libertad digital.
“Las democracias deben responder juntas a la pregunta de si los derechos universales y los valores democráticos estarán en el centro de nuestras vidas digitales”, dijo Blinken.
Bajo el expresidente Donald Trump, el secretario de Estado Rex Tillerson abolió la Oficina para la Coordinación de Asuntos Cibernéticos, que había sido creada durante la administración de Barack Obama para manejar los esfuerzos diplomáticos estadounidenses en la negociación de las reglas y expectativas del ciberespacio, asignando responsabilidades de seguridad cibernética a los Oficina más amplia de Asuntos Económicos y Comerciales.
La inauguración de la Oficina de la CDP es un indicador más de que la seguridad cibernética sigue estando al frente y en el centro de los asuntos internacionales, ya que EE. UU. y sus aliados compiten con adversarios como Rusia y China.
En los últimos días de la administración Trump, el entonces secretario de Estado, Mike Pompeo, buscó rectificar la destrucción por parte de Trump de un aparato de seguridad cibernética independiente mediante la creación de una nueva Oficina de Seguridad del Ciberespacio y Tecnologías Emergentes (CSET). En ese momento, el congresista Gregory W. Meeks (D-NY), presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, criticó el plan inadecuado de Pompeo.