El juez del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil (STF) Alexandre De Moraes ordenó este viernes que se prohibiera en todo el país la aplicación Telegram para teléfonos inteligentes, alegando que no ayudaba a las autoridades a combatir la llamada propagación de “noticias falsas”.
Telegram es una plataforma gratuita de mensajería instantánea muy similar a Whatsapp, donde los usuarios también pueden tener canales libres de censura para expresar sus puntos de vista personales sobre cualquier tema. El principal centro operativo tiene su sede en Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos. Telegram fue lanzada en 2013 por los hermanos Nikolai y Pavel Durov, de ascendencia rusa, quienes se vieron obligados a abandonar su país.
De Moraes dijo que la plataforma incumplió las órdenes judiciales en varias ocasiones y, por lo tanto, determinó la suspensión total e integral de la operación de Telegram en Brasil. La popular plataforma está instalada en el 53% de los celulares del país, según el Tribunal Superior Electoral.
La orden, emitida con carácter cautelar, es una respuesta a la renuencia de Telegram a cumplir con numerosas citaciones de una investigación sobre la supuesta difusión masiva de noticias falsas en Brasil, que está realizando el propio De Moraes.
Telegram se había convertido en el principal canal del presidente Jair Bolsonaro para comunicarse con sus seguidores de extrema derecha, después de que el contenido de sus mensajes fuera bloqueado en otras plataformas por resultar falso u ofensivo.
La aplicación Telegram es notoriamente conocida por su postura de no cooperar con las autoridades judiciales y policiales de varios países y llega a utilizar esa actitud como una ventaja en relación con otros sistemas de comunicación, dijo De Moraes.
Agregó que, por esa negativa a cooperar con las autoridades judiciales, Telegram opera “en un terreno libre para la proliferación de contenidos diversos, incluso con repercusión en el ámbito delictivo”.
De Moraes destacó que la Policía Federal de Brasil había intentado numerosas veces establecer contacto con los representantes de Telegram en el país, pero nunca obtuvo respuesta.
“La plataforma Telegram, en todas esas oportunidades, dejó de atender el comando judicial, en total desprecio por la Justicia brasileña”, prosiguió.
La decisión del juez también responde a un pedido de la Policía Federal, se explicó.
De Moraes ordenó a la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) adoptar de inmediato todas las medidas necesarias para hacer efectiva la medida.
También pidió a Apple y Google en Brasil y a los proveedores de internet que adopten, en un plazo de cinco días, mecanismos para inutilizar a Telegram en el país.
Entre las órdenes judiciales que Telegram supuestamente no cumplió estaba la que prohibía el contenido del bloguero bolsonarista Allan dos Santos, que está bajo investigación por difundir información errónea.
También se dice que Telegram no ha cooperado en casos de abuso sexual de menores y pornografía infantil.
De Moraes subrayó además que Telegram no se comprometió a combatir la desinformación de cara a las elecciones presidenciales de octubre, lo que sí acordaron hacer Twitter, TikTok, Facebook, WhatsApp, Google, Instagram, YouTube y Kwai.