Hezbolá fue señalado una vez más como la organización detrás del atentado a la Embajada de Israel en Buenos Aires en 1992, un crimen por el que, después de 30 años, nadie ha rendido cuentas.
La embajadora Galit Ronen insistió durante la ceremonia realizada por la Cámara de Comercio Argentino-Israelí (CCAI) con motivo del 30 aniversario del atentado del 17 de marzo de 1992, que se debe investigar a Hezbolá e Irán si se quiere que las 29 víctimas encuentren algo de justicia.
Al evento también asistió el Viceprimer Ministro y Ministro de Justicia de Israel, Gideon Sa'ar. También habló durante el evento el presidente de CCAI, Mario Montoto.
“Hoy es un día triste, duro y difícil. Hoy se cumplen 30 años del atentado a la Embajada y hoy contamos con la presencia de los Ministros de Justicia de la Nación (Martín Soria), de la Provincia (Julio Alak), y de la Ciudad de Buenos Aires (Marcelo D'Alessandro) cuando estamos exigiendo justicia. Sabemos la verdad, sabemos el nombre y apellido de los responsables. Su nombre es Hezbolá, su apellido es Irán. Los responsables deben ser encarcelados. Y, para eso, Israel promete toda su cooperación”, dijo Ronen.
También llamó al pueblo judío a avanzar en lazos profundos, como lo vienen haciendo, porque estos son los que ganan, los terroristas no van a ganar.
Montoto destacó que nuestra soberanía fue violada en ese ataque a la Embajada. “En estos años aprendí muchas cosas del espíritu israelí, entre ellas, que, ante el dolor, la vida siempre terminaba triunfando. La destrucción y la muerte no pudieron acabar con el amor al Estado de Israel y el vínculo con el pueblo argentino, agregó, al tiempo que también agradeció a la Embajadora Ronen por ser el enlace entre empresas y organizaciones de Argentina e Israel.
Sa'ar dijo que era el deber moral de Israel perseguir a Teherán por su participación en el ataque que mató a 29 personas, incluido un sacerdote católico de la iglesia al otro lado de la calle Arroyo.
Decenas de personas asistieron a un servicio conmemorativo el jueves en el lugar del ataque terrorista de 1992 contra la Embajada de Israel en Buenos Aires, exactamente 30 años después de que el lugar explotara por un coche bomba.
“Fue un ataque terrorista contra mi país, pero también fue un ataque contra Argentina, el país donde nació y creció mi padre”, dijo Sa’ar.
La ceremonia tuvo lugar al mismo tiempo que el ataque del 17 de marzo de 1992, cuando supuestamente un atacante suicida mató a 29 e hirió a 242 personas en la embajada de Israel, en lo que sigue siendo el ataque más mortífero contra una misión diplomática israelí.
“El perpetrador del ataque en Argentina es Irán, y es nuestro deber moral continuar persiguiéndolos hasta que sean llevados ante la justicia”, dijo Sa'ar, quien también aprovechó la ceremonia para reiterar la posición pública de Israel sobre una posible reactivación de un acuerdo nuclear entre Irán y las potencias mundiales. El levantamiento de las sanciones [contra Irán]... transferirá enormes sumas de dinero a Irán y sus representantes, como Hezbolá, perjudicando la paz y la estabilidad en Oriente Medio y fortaleciendo a los elementos terroristas”, añadió.
Irán ha sido señalado por su presunta vinculación con el ataque de 1992 y también por orquestar el atentado suicida en 1994 contra el centro de la comunidad judía AMIA en Buenos Aires, que mató a 85 personas e hirió a cientos.