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Gobierno argentino mira a la soja como fuente de financiamiento

Martes, 15 de marzo de 2022 - 10:11 UTC
El aumento de los aranceles a la exportación sería resultado del acuerdo con el FMI El aumento de los aranceles a la exportación sería resultado del acuerdo con el FMI

El gobierno de Argentina decidió este domingo cerrar todos los registros para nuevas exportaciones de aceite de soja y harina de soja “hasta nuevo aviso”, se anunció. Se rumorea que las autoridades planean un aumento del 2% en los impuestos a la exportación de subproductos industriales, para nivelarlo con el 33% que se cobra a la soja.

La administración de Alberto Fernández estaría evaluando la medida como resultado de un aumento de precios en los mercados globales, se informó.

“Recibidas las instrucciones correspondientes del Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, esta Subsecretaría de Mercados Agropecuarios informa al sector exportador de productos agropecuarios comprendidos en el régimen creado por la Ley 21.453 que a partir de la presente y hasta nuevo aviso el Registro de Declaraciones Juradas para las Ventas al Exterior que impliquen la exportación de las siguientes posiciones arancelarias quedarán suspendidas a todos los efectos”, dice el oficio firmado por el Subsecretario Javier Preciado Patiño, que luego detalla las posiciones arancelarias correspondientes a la harina de soja, aceite de soja y otros derivados.

El frijol de soja paga un impuesto de exportación del 33% mientras que sus subproductos, como la harina y el aceite de soja, pagan el 31%. Esta diferencia se basó originalmente en la intención de incentivar la exportación de productos con mayor valor agregado. Sin embargo, la industria ha estado especulando sobre la posibilidad de que el gobierno elimine esta brecha.

A diferencia del trigo y el maíz, el impacto de los aumentos de precios de la soja en los precios internos es mucho menor porque la oleaginosa está prácticamente ausente en los hábitos alimentarios de los argentinos, excepto como alimento para animales. A raíz de la guerra en Ucrania, la tonelada se disparó por encima de los 600 dólares, alcanzando su valor más alto desde 2012.

Si se implementa el aumento de 2 puntos en los subproductos de la soja, el gobierno podría incrementar sus ingresos en US$ 400 millones para un total de US$ 6,8 mil millones anuales por concepto de impuestos a la exportación.

La decisión de cerrar el registro equivale casi a una confirmación de que aumentarán los impuestos a la exportación de estos productos. La medida busca evitar que los exportadores se apresuren a registrar sus ventas al exterior para congelar el arancel de exportación vigente.

El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, había dicho en una conferencia de prensa el 3 de marzo que no habría aumento en los impuestos a la exportación.

Apenas se conoció el cierre del registro, la Cámara Argentina de la Industria del Aceite (CIARA) dio por hecho la decisión del Gobierno y la condenó en Twitter: “Es totalmente contraria a los intereses exportadores de la Argentina. Además de ser ilegal, afectará el ingreso de divisas y el empleo en el sector agroindustrial”, dijo CIARA.

La medida también “pone fin a los fideicomisos de maíz, trigo y aceite, ya que cambia las condiciones del comercio exterior”, prosiguió CIARA.

El gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, y su colega de Córdoba, Juan Schiaretti, también se pronunciaron en contra de la decisión del Gobierno nacional. Las dos provincias son grandes productoras de soja.

“La suspensión de las exportaciones de harina y aceite de soja detendrá el ingreso de divisas que necesita el país. Hay que tener cuidado con incentivar la desindustrialización. Lo que necesitamos es agregar valor, generar empleos y lograr inversiones”, dijo Perotti en Twitter.

Las restricciones a las exportaciones se dan a raíz del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que aún debe ser refrendado por el Senado nacional luego de que fuera aprobado por la Cámara de Diputados.

El gobierno de Alberto Fernández ya había aumentado los aranceles a la exportación del 26 al 33% para los productos agrícolas, excepto para el aceite, la harina o los pellets de soja, para los que fijó una tasa diferencial del 31%. En caso de reajuste, podría converger al 33% que paga la soja.

Se ha informado que miembros del equipo del ministro de Economía Martín Guzmán favorecen el aumento de los aranceles a la exportación para desvincular los precios internos de los altibajos mundiales.

El precio de los alimentos en Argentina ha subido 4,9% y 4,3% por ciento en diciembre y enero, respectivamente; por encima de los índices generales de inflación.