El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, informó este jueves al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en Nueva York sobre las intenciones de Rusia de invadir Ucrania y llegar a su ciudad capital, Kiev, a pesar de la insistencia de Moscú de que no había motivos para tales preocupaciones.
“Durante los últimos meses, sin provocación ni justificación, Rusia ha acumulado más de 150.000 soldados alrededor de las fronteras de Ucrania. En Rusia, Bielorrusia y la Crimea ocupada, Rusia dice que está reduciendo esas fuerzas (pero) no vemos que eso suceda en el terreno, lo que indica claramente que estas fuerzas, que incluyen tropas terrestres, aviones y barcos, se están preparando para lanzar un ataque contra Ucrania en los próximos días, dijo Blinken.
Estoy aquí hoy no para iniciar una guerra, sino para prevenir una, agregó. También desafió al Kremlin a “anunciar hoy sin reservas, equívocos o desvíos que Rusia no invadirá Ucrania. Dilo claramente. Díselo claramente al mundo.”
“Demuéstralo enviando tus tropas, tus tanques, tus aviones, de regreso a sus cuarteles y hangares, y enviando a tus diplomáticos a la mesa de negociaciones”, continuó.
El viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Vershinin, había pedido a la ONU que evitara que la reunión se convirtiera en un circo con acusaciones infundadas que dicen que se supone que Rusia atacará a Ucrania.
Esto es muy desafortunado, diría que incluso peligroso, dijo Vershinin, acusando a Estados Unidos de generar tensión en una situación que ya es muy compleja.
En las últimas horas, Rusia distribuyó documentos al resto de miembros del Consejo de Seguridad denunciando presuntas violaciones graves cometidas por las fuerzas ucranianas, que fuentes estadounidenses señalaron como una posible justificación para una invasión.
El siguiente paso, según EE.UU., serán reuniones gubernamentales al más alto nivel para responder a estas supuestas agresiones y el inicio del bombardeo de Ucrania, acompañado de un bloqueo de comunicaciones y ciberataques contra instituciones clave.
“Después de eso, los tanques y soldados rusos avanzarán hacia objetivos clave que ya han sido identificados y descritos en planes detallados. Creemos que estos objetivos incluyen la capital de Ucrania, Kiev, una ciudad de 2,8 millones de habitantes, dijo Blinken.
Vershinin insistió en que su país no tenía intención de invadir Ucrania, aunque dedicó la mayor parte de su discurso a denunciar los incumplimientos por parte de Kiev de los Acuerdos de Minsk, que datan de 2014 y que incluyeron, entre otras cosas, un alto el fuego entre Rusia y Ucrania que ha sido violado en repetidas ocasiones.
La reunión del Consejo para analizar los Acuerdos de Minsk se produjo pocas horas después de un recrudecimiento de los enfrentamientos a lo largo de la línea de contacto que separa a las tropas del gobierno ucraniano de las milicias separatistas prorrusas respaldadas por Moscú. Entre la tarde del miércoles y la mañana del jueves se registraron en la zona unas 500 explosiones, que se han calmado en las últimas horas, informó al Consejo la misión de observación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Los países de la Unión Europea liderados por Francia y Alemania denunciaron los llamados de Rusia para reconocer la independencia de las provincias separatistas y subrayaron su pleno apoyo a la integridad territorial de Ucrania. También expresaron su preocupación por la acumulación de tropas rusas cerca de la frontera y dejaron claro que cualquier nueva agresión militar de Rusia contra Ucrania tendría enormes consecuencias y acarrearía costos sin precedentes.
Desde la Casa Blanca en Washington DC, el presidente estadounidense, Joseph Biden, acusó a Moscú de preparar una “operación de bandera falsa” como pretexto para un ataque y dijo que esto podría ocurrir “en los próximos días”. Dijo que la amenaza de invasión sigue siendo “muy alta” porque Rusia ha movido más tropas hacia la frontera con Ucrania en lugar de retirarlas, pero advirtió que “la diplomacia no está muerta”, aunque el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia indicó que había poco que discutir. Un incidente de bandera falsa es aquel en el que se disfraza su origen, generalmente en un intento de provocar represalias.
El primer ministro británico, Boris Johnson, también señaló este jueves que el bombardeo de una guardería en la región ucraniana de Donbas por parte de separatistas respaldados por Rusia fue una “operación de bandera falsa” destinada a desacreditar al gobierno ucraniano. Según la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), hubo “múltiples bombardeos” el jueves por la mañana en la línea del frente en el este de Ucrania. Tres personas resultaron heridas en el ataque en la ciudad de Stanytsia Luhanska, que abrió un agujero en la pared de una guardería.
“Hoy, como estoy seguro de que ya se dieron cuenta, un jardín de infantes fue bombardeado en lo que consideramos, bueno, lo sabemos, fue una operación de bandera falsa diseñada para desacreditar a los ucranianos, diseñada para crear un pretexto, una provocación espuria para la acción rusa,” dijo Johnson.
“Tememos mucho que ese sea el tipo de cosas que veremos más en los próximos días”, agregó.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky señaló que el ataque “de las fuerzas prorrusas es una gran provocación”.
En Nueva York, Blinken no pudo dar más detalles: No sabemos exactamente el pretexto: un supuesto atentado terrorista dentro de Rusia, un ataque de drones escenificado, un ataque falso, incluso real... usando armas químicas, dijo, aunque mencionó que Rusia apuntaría a “grupos específicos” de ucranianos.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha insistido en que el precio por retirar las tropas rusas de la frontera con Ucrania fue el compromiso de la OTAN de no permitir que el ex país soviético ingrese a la organización del Atlántico Norte. Ucrania está lejos de estar lista para unirse a la OTAN, pero lo ha establecido como parte de un objetivo más amplio para integrarse con las democracias de Europa occidental, con lo que se apartaría definitivamente de la órbita de Rusia.
“En ausencia de voluntad por parte estadounidense para negociar garantías firmes y legalmente vinculantes sobre nuestra seguridad por parte de Estados Unidos y sus aliados, Rusia se verá obligada a responder, incluso con medidas técnico-militares”, dijo Moscú. “Insistimos en la retirada de todas las fuerzas armadas estadounidenses en Europa Central, Europa del Este y el Báltico”, continuó.
También el jueves Rusia expulsó al embajador adjunto de Estados Unidos.
Rusia tomó el control de la región ucraniana de Crimea y comenzó a respaldar a los separatistas fuertemente armados en las regiones orientales de Donetsk y Lugansk en 2014. Los combates esporádicos siguen siendo comunes y el ejército ucraniano acusó a los separatistas prorrusos de 34 violaciones del alto el fuego, incluido el bombardeo del jueves de un jardín de infantes en Stanytsia-Luganska.
Moscú ha hecho varios anuncios de retiros de tropas esta semana y, el jueves, dijo que las unidades de los distritos militares del sur y del oeste, incluidas las unidades de tanques, habían comenzado a regresar a sus bases desde cerca de Ucrania. El portavoz del Ministerio de Defensa, Igor Konashenkov, dijo que algunas tropas habían regresado a sus cuarteles en varias áreas alejadas de la frontera, incluidas Chechenia y Daguestán en el norte del Cáucaso, y cerca de Nizhny Novgorod, unos 300 kilómetros (185 millas) al este de Moscú.
Zelensky dijo el jueves que su país no estaba buscando fuerzas extranjeras dentro de sus fronteras. “No necesitamos soldados con banderas extranjeras en nuestro territorio. No estamos pidiendo eso. De lo contrario, el mundo entero se desestabilizaría”, dijo al sitio web RBK Ucrania.
El embajador adjunto de Estados Unidos en Moscú, Bart Gorman, fue intimado a abandonar Rusia en represalia por la expulsión infundada de un diplomático ruso de Washington, dijo la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova. “Nos gustaría dejar las cosas claras respecto a la salida del subjefe de la misión diplomática estadounidense en Moscú, Bart Gorman, que algunos medios han intentado presentar como una escalada intencionada por parte rusa. Es cierto que al diplomático estadounidense se le dijo que abandonara Rusia, pero eso se hizo estrictamente como represalia por la expulsión infundada de un ministro consejero de nuestra embajada en Washington, en contra de su alto rango diplomático. Además, el Departamento de Estado de los EE. UU. ignoró desafiantemente nuestra solicitud de prolongar su estadía. al menos hasta que llegara un sustituto. Como resultado, tuvo que irse sin ser reemplazado, lo que simplemente empeoró la ya crítica escasez de personal en la embajada rusa, que surgió como resultado de la 'guerra de visas' desatada por los estadounidenses”, explicó Zakharova.