El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, hizo oídos sordos al consejo del Departamento de Estado de EE. UU. y ya aterrizó en Moscú, donde se reunirá con el líder ruso, Vladimir Putin, en medio de los crecientes temores de una guerra en Ucrania.
“Si el tema de Ucrania está sobre la mesa, será por decisión de Putin”, dijo Bolsonaro.
La cumbre entre los dos jefes de Estado está prevista para el miércoles. Bolsonaro también hará escala en Budapest para mantener conversaciones con el líder de extrema derecha húngaro, Viktor Orban, en su vuelo de regreso.
Bolsonaro estaría buscando ayuda extranjera para mejorar su imagen a fin de tener una oportunidad contra el expresidente Luiz Inácio Lula Da Silva en las elecciones presidenciales del 2 de octubre.
Aliado incondicional del del expresidente de Estados Unidos Donald Trump, Bolsonaro fue presionado por el Departamento de Estado de Estados Unidos para que cancelara su viaje, dijo a los periodistas el vicepresidente Hamilton Mourao, pero el mandatario insistió en acceder a la invitación personal de Putin formulada en 2020.
Brasil es socio del grupo BRICS y Bolsonaro confía en que se avecinan oportunidades comerciales, particularmente la venta de la fábrica estatal de fertilizantes de la estatal Petrobras en Mato Grosso do Sul al grupo privado ruso Acron. Rusia es el principal proveedor de fertilizantes para la industria agroalimentaria de Brasil. De hecho, el 62% de las ventas de Rusia a Brasil son fertilizantes.
Como “país soberano, vamos a luchar por la paz en la región, queremos la paz pero debemos entender que el ser humano es así…”, dijo Bolsonaro antes de abordar su vuelo.
Según O Globo, Bolsonaro deberá someterse a cinco pruebas de COVID-19 para reunirse con Putin, porque los expertos rusos en asuntos exteriores quieren evitar un bis de la larga mesa entre los dos líderes, como sucedió durante la reciente visita del presidente francés Emmanuel Macron a Moscú.
El presidente argentino, Alberto Fernández, ha pedido a Putin y al líder chino, Xi Jinping, unir su país al BRICS y este tema también podría estar en la agenda, señalaron fuentes diplomáticas brasileñas.
El aspirante a presidente brasileño Sérgio Moro, exministro de Justicia de Bolsonaro, dijo este lunes que el jefe de Estado tiene la increíble capacidad de estar en el lugar equivocado en el momento equivocado porque su inexplicable viaje a Rusia en este momento nos pone en desacuerdo con todo Occidente y es otra situación incómoda para la diplomacia brasileña.
Brasil actualmente ocupa un escaño no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU y es un aliado extra-OTAN de los Estados Unidos. Sin embargo, el país sudamericano también abordará la compra de equipo militar ruso, lo que explica la presencia del ministro de Defensa, General (Ret.) Walter Braga Neto en la comitiva presidencial, además de ser el principal candidato para acompañar a Bolsonaro como aspirante a la Vicepresidencia.