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Ministro cubano: está bien retener ingresos de trabajadores de empresas extranjeras

Domingo, 6 de febrero de 2022 - 19:25 UTC
“Trabas objetivas crean mucho temor entre los potenciales inversionistas”, dijo Malmierca. “Trabas objetivas crean mucho temor entre los potenciales inversionistas”, dijo Malmierca.

El ministro de Comercio Exterior de Cuba, Rodrigo Malmierca, dijo en una entrevista con la revista local Bohemia la semana pasada que veía una contradicción en que los trabajadores de las empresas globales ganaran más que los que hacían el mismo trabajo para el Estado local.

“Hemos sido muy cuidadosos en tratar de evitar que las personas que trabajan con inversiones de capital extranjero, simplemente por eso, y quizás haciendo lo mismo que otro en una empresa estatal, ganen mucho más”, explicó Malmierca.

Agregó que para evitar que los salarios de los trabajadores de empresas extranjeras marquen tanta diferencia, el gobierno cubano tiene sus propias agencias de colocación con sus propias políticas.

El salario de los trabajadores cubanos contratados por empresas extranjeras “es algo que hemos tratado de preservar a través de las agencias de colocación, aunque a los inversionistas extranjeros no les gusta. También hay otras cosas que no les gustan y no las vamos a cambiar”. Agregó.

Los salarios que ganan los trabajadores cubanos con empleadores extranjeros están muy por encima de lo que perciben las personas cuando trabajan para el Estado cubano. Pero los inversionistas extranjeros todavía consideran que los ingresos oficiales son simplemente una parte de las ganancias de alguien, lo que sigue siendo insuficiente en medio de una inflación vertiginosa.

La agencia de empleo de Cuba también determina quién puede o no ser contratado por empresas extranjeras e impide que los trabajadores reciban su salario completo, al retener la diferencia entre su salario y el de otra persona que trabaja donde Gobierno y empleador son sinónimos.

El régimen cubano analiza minuciosamente cada propuesta de inversión, que solo se aprueba si responde a los intereses nacionales. “No es así en el resto del mundo, pero en Cuba esa es la garantía de que esa inversión extranjera tributa a los planes de desarrollo económico y social, no sacrificamos la soberanía, el financiamiento tiene una fuente legal, y no es una hipoteca para el futuro“, prosiguió el ministro.

Malmierca también afirmó que las inversiones extranjeras no estaban funcionando como el gobierno quisiera, como resultado del embargo de Estados Unidos y reconoció que las transferencias de capital se habían vuelto cada vez más difíciles. “Activaron el Título III de la Ley Helms-Burton, que permite a los ciudadanos o empresas demandar a cualquier empresa, cubana o extranjera, en los tribunales de los Estados Unidos; todos estos son obstáculos reales, objetivos, que crean mucho temor entre los potenciales inversores”.

También admitió que había otros problemas como la deuda externa de Cuba. “Si el interesado se guía por los criterios de las calificadoras de riesgo internacionales, no es un país atractivo para invertir”, admitió Malmierca. Agregó que “tenemos otros problemas subjetivos, relacionados con carencias y fallas internas”, como “las demoras en los procesos de negociación”, así como la “mala elaboración de proyectos y grupos de negociación”.(Fuente: Cubanet)