El magistrado brasileño Luiz Roberto Barroso, quien es al mismo tiempo miembro del Superior Tribunal Federal (STF) y Presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), dijo que la destitución de la ex presidenta Dilma Rousseff fue un golpe de Estado.
Según Barroso, Rousseff fue removida de su cargo por falta de apoyo político entre los legisladores.
Rousseff fue jefa de Estado entre 2011 y 2016, cuando fue destituida el 31 de agosto, luego de seis días de deliberaciones en el Senado.
Barroso dijo el jueves que la verdadera razón detrás del despido de Rousseff fue la falta de apoyo político y no la violación de las reglas presupuestarias que habían alegado los promotores derechistas de su juicio político.
Barroso insistió en que la supuesta corrupción no era real y que las denuncias al respecto no eran más que un trámite legal en el que fundamentar el golpe de Estado. El sucesor de Rousseff, Michel Temer, impulsó una agenda neoliberal y su presidencia estuvo plagada de casos reales de corrupción.
Las declaraciones del juez fueron publicadas por el Centro Brasileño de Relaciones Internacionales (Cebri), mientras que fragmentos de su discurso también fueron reproducidos por medios locales. El texto completo, sin embargo, no ha salido a la luz.
El magistrado dijo que era irónico que Rousseff fuera acusada por corrupción si se compara con lo que sucedió durante otras presidencias, destacó Barroso.
Según los medios brasileños, se llevó a cabo un golpe parlamentario y posteriormente fue validado por las acciones o inacciones del TSF.
En julio de 2021, Barroso ya había dicho que creía que “no debe haber ninguna duda razonable de que ella (Dilma) no fue despedida por delitos de responsabilidad o corrupción, sino que fue despedida por pérdida de apoyo político [lo cual viendo lo que sobrevino] sería una ironía de la historia”.