La embajada de Estados Unidos en Kiev ha confirmado la llegada de suministros militares enviados por Washington a la capital ucraniana, mientras que también están en marcha los preparativos para abandonar la misión diplomática lo antes posible, en caso de que aumenten las tensiones militares con Rusia.
Las fuentes diplomáticas no hicieron ningún comentario sobre el tamaño y el tipo de equipo, aparte de que consistía en armas letales, incluidas unas 90 toneladas de municiones para los defensores de Ucrania en el frente.
“Esto demuestra el firme compromiso de Estados Unidos con el derecho soberano de Ucrania a la autodefensa”, según un comunicado de la Embajada publicado en Twitter.
El secretario de Estado de EE. UU., Anthony Blinken, se reunió la semana pasada en Ginebra con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, en lo que fueron conversaciones útiles y sustanciales sobre la tensión actual, que sin embargo no arrojaron resultados concretos.
El Kremlin se opone a la expansión de la OTAN en Europa del Este alegando que viola tratados internacionales, y anunció en las últimas semanas el despliegue de soldados cerca de la frontera con Ucrania, mientras que las potencias occidentales acusan a Moscú de planear una incursión militar, algo que el Gobierno de Vladimir Putin ha negado constantemente.
Putin apoya desde hace años a los separatistas prorrusos en el este de Ucrania, en un conflicto que ha dejado más de 13.000 muertos desde 2014, el mismo año en que Moscú anexó Crimea, en respuesta a una revolución prooccidental en Kiev.
El cargamento militar de Estados Unidos fue denunciado reiteradamente por Moscú, al entender que sólo sirve para aumentar la tensión militar en la zona, tal como había ocurrido recientemente con otro envío de armamento ligero antitanque entregado por el Reino Unido. Los estados bálticos de Estonia, Letonia y Lituania también han expresado interés en enviar sistemas antiaéreos de fabricación estadounidense a Ucrania.
Lavrov y Blinken también acordaron continuar sus conversaciones esta semana, lo que dio al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, la esperanza de que una invasión rusa o una incursión militar en Ucrania no sucederá.
Mientras tanto, EE.UU. ordenó la evacuación de las familias del personal de su Embajada en Kiev, que comenzará este lunes, mientras que a los ciudadanos estadounidenses se les ha aconsejado que abandonen el país en vuelos comerciales.
Según los informes, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, le dijo a Blinken que tal medida era una reacción exagerada que podría debilitar la confianza en su gobierno. El Departamento de Estado solo dijo que estaba desarrollando rigurosos planes de contingencia, como siempre ocurre, en caso de que la situación de seguridad se deteriore.
Moscú ha rechazado en más de una ocasión las acusaciones de planear una invasión a Ucrania, alegando que está moviendo tropas dentro de su propio territorio, lo que no amenaza a nadie, pero Occidente estaba usando estas acusaciones como pretexto para apostar más tropas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) cerca de las fronteras de Ucrania con Rusia.
Blinken ha advertido de una respuesta unida, rápida y severa de EE.UU. si Moscú comete una nueva agresión contra Ucrania. El presidente estadounidense, Joseph Biden, ha advertido a Putin que si Rusia invade Ucrania será un desastre para ellos