Un grupo de 23 inmigrantes haitianos quedaron varados en el aeropuerto internacional de Santiago de Chile, donde solicitaron estatus de refugiados, pero temen que puedan ser deportados a su país de origen.
En Haití, todas las vidas están en riesgo debido a la crisis actual, señaló Rodolfo Noriega de la Defensoría chilena del Migrante. En funcionario sostuvo que la situación se agravó tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse, además de dos atentados contra el Primer Ministro, amenazas contra el presidente del Senado y otros problemas en el país caribeño, que en cierta medida está bajo el control de bandas criminales que administran el abastecimiento de gasolina, alimentos, medicinas y electricidad.
El funcionario chileno insistió en que los haitianos detenidos en el aeropuerto tienen la intención de ingresar al país y que algunos de ellos llevan más de un mes y solicitaron refugio, pero la policía los trata como turistas, pidiendo un permiso consular, que es ridículo, porque el consulado no atiende visas desde la pandemia”. El consulado chileno también está cerrado por la situación en Haití, indicó Noriega, quien añadió que se debe permitir el ingreso de los migrantes porque cuando llegaron hicieron saber que venían por la situación de riesgo que tiene toda persona en Haití. Agregó que Chile reconoce esta” situación y que “el representante de Estados Unidos en Haití afirmó que el retorno o repatriación de personas a Haití era criminal”.
Los 23 haitianos no pudieron ser deportados luego de que tribunales chilenos dictaminaran no innovar, luego de aceptar un recurso de apelación a favor de los solicitantes de asilo. “Muchos de ellos son los que fueron expulsados de EE.UU. y otros quedaron varados por la pandemia. En su precario español expresaron su intención de pedir refugio en Chile, señalando que vienen a buscar seguridad a este país donde tienen familia. vínculos y otras raíces, algunos incluso son padres de chilenos”, dijo Noriega al acusar a la Policía Civil de Investigaciones (PDI) de Chile de violar “la Ley de Protección de Refugiados (Ley 20.430) al impedirles el ingreso”.
Noriega insistió en que el manejo de la situación por parte de la PDI impidió que los migrantes formalizaran su pedido de refugio, “que necesariamente debe hacerse ante Migración, que no tiene oficina en el aeropuerto”. También señaló que en ocasiones anteriores la PDI ha expulsado a algunos migrantes incluso en contra de sentencias de la Corte Suprema y que había “una investigación de la Fiscalía por el delito de desacato contra los miembros de la PDI”.
El funcionario también resaltó las condiciones en que se encontraban en el aeropuerto, sin acceso a ducha, escasa alimentación, sin atención médica y sin contacto con sus familiares.
A finales de 2017 y principios de 2018, Chile sufrió una crisis migratoria por la llegada de vuelos masivos desde Haití, pero Noriega señaló que hoy no es la misma situación. “Vienen como residentes, no como turistas, y les venden el vuelo de ida y vuelta porque las aerolíneas aseguran su regreso, a las empresas no les importaría que los devuelvan”, dijo Noriega. Agregó que estas personas habían comprado costosos boletos de ida y vuelta debido a la escasez de vuelos.
Noriega también señaló que “los haitianos han buscado llegar a Chile para garantizar su seguridad y su vida, más aún tras el cierre de la frontera con República Dominicana”. Los haitianos representan el 12,5% del total de 1.462.103 migrantes extranjeros que vivían en Chile al 2020.