Luego de que el Gobierno de Chile restableciera el requisito de someterse a una prueba PCR, que debe dar negativo- para cruzar los pasos fronterizos por la Cordillera de los Andes, unos 2.000 camioneros argentinos se estacionaron en fila en medio de las montañas a modo de protesta en el cruce internacional Cristo Redentor-Los Libertadores, que une Mendoza con Valparaíso.
Los conductores se quejan de cómo las autoridades fronterizas chilenas tratan a quienes dan positivo: los mantienen encerrados en habitaciones durante horas y sin comida, dijo un representante gremial.
Los turistas fueron los primeros afectados por la decisión de Chile. Humberto Lepe, delegado provincial de la comuna chilena de Los Andes, ordenó este sábado que no habrá paso de personas, solo carga. El cruce internacional había reabierto el 4 de enero.
En un comunicado en Twitter, las autoridades chilenas en el puesto aduanero de la frontera anunciaron que solo los vehículos de carga pasarían martes y el miércoles, mientras que los turistas solo serían atendidos de 8 am a 2 pm y solo para aquellos que intenten regresar a sus países de origen, aunque no existan restricciones para quienes viajen por aire o mar.
La Asociación de Dueños de Camiones de Mendoza (APROCAM) advirtió que podría haber pérdidas millonarias si continúan las medidas extremas impuestas por Chile en la frontera y sugirió cortar todos los servicios de carga a ese país.
“Queremos una medida concreta que resuelva no solo las demoras, sino también el trato que están recibiendo los choferes, quienes han estado encerrados en diminutos cuartos sin atención médica y por varias horas. Hasta que no haya una respuesta del país vecino, sugerimos a las empresas que no envíen carga a Chile”, dijo el presidente de Aprocam, Daniel Gallart. Y no ha cruzado un solo camión en dos días, según informes de prensa.
Hasta el sábado, Chile realizaba una prueba aleatoria de antígenos, pero ahora la hizo obligatoria para todos los que deseen cruzar la frontera, lo que ha afectado significativamente las importaciones y exportaciones. “Es un verdadero dolor de cabeza sanitario y económico”, dijo Mario Bustos Carra, gerente general de la Cámara de Comercio Exterior. “Hay un aumento de los costos logísticos que exige esta situación”, prosiguió.
En circunstancias normales, entre 800 y 1.000 camiones transitan diariamente por la cruce Cristo Redentor. Al ritmo permitido actualmente para aplicar las pruebas PCR obligatorias, solo podrían pasar 240 camiones cada día, siempre y cuando todos salgan negativos. De ahí que “el transporte de carga a Chile esté prácticamente parado”. Los camioneros también temen que se produzca un contagio en medio de los Andes mientras esperan para testearse.
Desde Aprocam insisten en que la imposición por parte de Chile de medidas arbitrarias no es algo nuevo, mientras que Argentina sigue abierta a los turistas.